Buenos días, España. 14 de noviembre

Buenos días españoles e hispanohablantes, bienvenidos a este  catorce de noviembre.

Animados por sus precedentes, los socialistas echaron ayer sobre los delitos de la sedición unos cuantos sacos de cal viva y revolvieron los huesos para que la reacción química sea rápida, a ver si de paso consiguen que la calle se calle.  Bolaños salió a media tarde a la sala de prensa del Congreso para agradecer la paciencia, como si lo grave fuera el tiempo que les ha costado cerrar la operación de disolver en el óxido cálcico los doce años de delincuencia secesionista, incluidos sus delitos terroristas.

Han matado el estado de Derecho, han descuartizado las leyes, han atado a los jueces, pero piden perdón por haberse demorado con la sierra más de la cuenta. Bolaños parece siempre salido de una sesión de cine gore, de una carnicería. El milagro es que vaya de habitual tan aseado y tan repeinado. Usa el mismo cepillo de cinismo para colocarse el pelo y limpiarse el polvo del traje. Ayer salió excitado.  Bolaños es uno de esos extraños sujetos que se estimula con un fraude legal. Un atropello contra la ley tiene en él el mismo efecto que provocaban en Pablo Iglesias las becarias con escasa afición por la ducha.

Unas horas antes de que Bolaños saliera ufano y gentil a reírse de todos con su cinismo, el Tribunal Supremo pedía el máximo respeto a la división de poderes, porque ya sabían que Sánchez ha entrado en los tribunales de malos modos, a caballo, pisoteando los reglamentos, defecando sobre el Aranzadi, y pidiendo que todas estas cosas de la amnistía se tramiten de urgencia, porque ahora no hay tiempo que perder. A los jueces les va a poner al paso, y van a firmar los perdones en serie, y es posible y probable que los firmen los mismos jueces que firmaron las condenas, porque eso es lo que ha pedido el fugado de Waterloo para que su fiesta sea completa.

Paciencia y comprensión, dijo Bolaños, y agradeció las dos, consciente de que la prensa en general, y sobre todo la subvencionada, ha tenido de las dos en dosis altas. Ayer mismo el País, en uno de esos titulares infames que hacen historia, decía que Feijóo había reunido en las calles a cientos de miles de españoles para exigir unas nuevas elecciones. Mañana dirán que los que salen a protestar son vendedores de banderas, o picadores de las ventas que ya no tienen oficio y esgrimen palos y lanzas como en la rendición de Breda. Una gran lección de periodismo de Pepa Bueno, que creció en el oficio contando crímenes y bragas en un programa de corazón y sucesos.

Pero no se apuren porque al diario de Prisa le superó el francés Le Monde, que a su tradición antisemita unió ayer la condición de prensa bizca. En su titular sobre España decía que Sánchez busca la paz en medio de grandes dificultades. ¡Y tanto! ¡Cómo no lo habíamos visto antes! Cómo hemos estado tan ciegos. Sánchez buscando la paz y los que protestan, dice Le Monde, buscando la guerra. Por eso las teles mandan los reporteros a Ferraz cubiertos con cascos de batalla, por si cae alguna lata de cerveza. La prueba de que Sánchez busca la paz son esos cascos y Bolaños pidiendo perdón por llegar tarde,  por haberse demorado en el crimen.

Otros diarios internacionales con menos intoxicación ideológica reconocen que Sánchez y el Psoe  han vendido a España por siete votos, y que han regalado una amnistía que no respeta la constitución ni a las leyes por la simple necesidad de gobernar un rato más. El registro de la ley en el Congreso lleva solo la firma del PSOE, la de Pachi López. Hace unos días le dijeron al comisario de justicia europeo que la ley era iniciativa de varios grupos políticos. Otra trola del tipo más falaz que ha pasado por la política española.

Decimos que ahora hay prisas, tantas que el Psoe les da a los jueces un plazo de dos meses para aplicar la amnistía a todos los delitos que estén vinculados con la secesión catalana. Solo a ellos, porque lo dice Sánchez, porque lo dice el PSOE. Incluidos los delitos de terrorismo. Toda la literatura que acompaña este golpe contra la democracia es un insulto a la inteligencia y al sentido común. NO me extraña que Bolaños saliera excitado como si viniera de una orgía con cabras.

Dice el preámbulo de la ley, escrito por Bolaños, que el derecho debe estar al servicio de la sociedad y no al contrario. ¿Entienden ustedes lo mismo que yo? Todo derecho que se aplique contra delincuentes, estén animados por razones políticas o económicas, es un delito. Y si el derecho debe ponerse a su servicio, entonces el derecho va contra la sociedad, porque está minando y destruyendo todo aquello sobre lo que se organiza y vertebra una sociedad, que es el principio de que todos son iguales ante la ley, porque la sociedad así lo ha querido. El derecho, con esta ley, se ha puesto al servicio de una mafia totalitaria, violenta, disgregadora, xenófoba, racista y corrupta, además de terrorista. De este derecho de Sánchez y Bolaños la sociedad española solo saca discordia y enfrentamiento, porque si la ley tiene un valor efímero y caprichoso, lo tiene para todos.

La tramitación de los casos de perdón se va a hacer por la vía preferente y urgente, y en el caso de que alguien quiera recurrir esas medidas, la admisión del recurso no tendrá efectos suspensivos sobre las medidas de gracia. Es decir, que el privilegio es completo, hasta el final, hasta la bola. El alcance de la norma propuesta por el PSOE cubre los delitos de 300 secesionistas y 73 policías. Y ustedes se preguntarán como me pregunto yo qué delito cometieron los policías. ¿Acaso tiraron de la cal viva que manejan los socialistas para todo lo que les estorba? ¿No es más cierto que esos agentes se dedicaron a defender las leyes y a la nación de quienes querían romperla?

Oyentes, ni el PSOE ni sus más entusiastas palmeros se cree que esta chapuza infame pueda entrar en los márgenes de la constitución. El propio Bolaños, en su ebriedad delictiva, decía ayer tarde que el texto presentado es impecable desde el punto de vista inconstitucional, porque entra en su articulado como una tuneladora.

Este jueves entrará en la Moncloa, legitimado por la investidura, y apoyado por la banda más extrema y siniestra que se conoce en Europa, un dictador. Aupado por secesionistas de izquierdas y de derechas, por republicanos cargados de delitos, y por los beatos del PNV, que nunca han pretendido otra cosa que el privilegio de leyes particulares. La concordia ha desaparecido en España, y la convivencia ha saltado por la ventana. Por eso abunda el abucheo al socialista. Pero como no hay violencia en la calle hay que simularla. Las reporteras españolas van en Jerusalem con la cabeza descubierta, ni siquiera se la tapan si entran desde el barrio árabe de la ciudad, o desde la puerta de Damasco.

Aquí les ponen casco, porque como no hay violencia, hay que simularla. Cientos de miles de españoles salieron a la calle sin un incidente este domingo, sin volcar un cubo de basura. Pero algunos le dieron más tiempo en los telediarios a los abucheos a Fernández Vara. Por un día que no pueda comer no le va a pasar nada. Y siempre tendrá una patria de jamones a la que acogerse y un abrazo si se suma a los que defienden el patrimonio de todos. En la tasca donde le montaron el pollo le habrían invitado a vinazo y chuletas en el caso de que le hubieran visto defender sus principios, y no arrugado ante un caudillo al que aplauden en el partido como viejas soviéticas.

La puerta abierta por la amnistía nos lleva a un gran temporal, a un ciclón social de imprevisibles consecuencias, a una discordia amarga y atroz. Y no porque la calle no se va a callar, sino porque los que han exigido esta injusticia para entregar sus votos a Sánchez, no se van a contentar con una amnistía. La humillación de los jueces es solo un paso más, un tránsito hacia el ajuste de cuentas. Ya hay por ahí algunos juristas de la secesión que han elaborado listas negras de magistrados, acusados de haber hecho política con sus sentencias. Una vez soltada la fiera, ¿quién la volverá a sujetar? Sánchez no. Bolaños tampoco. Acabarán los dos en la chatarra, entre las flores, en algún albañal, junto a las siglas oxidadas del partido socialista, entre huesos calcinados por la cal viva

Esto ha sido Buenos días España, en Estudio Radio, la radio global en español.

Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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