Cara a cara entra de lleno en la categoría de serie negra. Cine negro lo llamaríamos de estar en el cine. La serie tiene muchos elementos atractivos, incluso sorprendentes. La convierten en una serie muy recomandable. De entrada, el tiempo narrativo coincide con el tiempo cronológico. Es un 24, si es que se puede comparar. Ocho capítulos de menos de treinta minutos. El tiempo narrativo cuenta hechos que ocurren en un día. La serie es danesa. Y para rodarla, han elegido a lo mejor de la ficción del país: Ulrich Thomsen, Lars Mikkelsen, Trine Dyrholm, Nikolaj Lie Kaas, David Dencik, Lars Ranthe, Søren Malling. Unos son protagonistas, otros secundarios. Se puede ver en Filmin.
El punto de partida
El punto de partida de Cara a cara sucede en la morgue. un inspector de policía es reclamado para llevar un caso. Una joven ha aparecido muerta en su casa con un cuchillo clavado en el corazón y con diversas heridas de arma blanca, además de golpes y arañazos. Cuando el policía, movido por algunos indicios, levanta la sábana que cubre el cadáver, descubre que se trata de su hija.
El forense que ha practicado la autopsia dice que se trata de un suicidio. Bjorn Rasmussen, que es el nombre del policía, se niega a aceptarlo. La escena es violenta. El forense insiste en su dictamen. El padre se niega a aceptar ese juicio científico y huye. A partir de ese momento comienza una carrera trepidante por encontrar una explicación. Cada paso que de le llevara a un nuevo abismo. Bjorn descubrirá que no conoce a su hijo, y todas las personas a las que vea le van a devolver la imagen que su hija tenía de su padre. Nada agradable.
La estructura narrativa
Otro de los elementos sorprendentes, de una eficacia dramática muy alta, es la estructura narrativa. Cara a cara es el título de la serie porque en cada capítulo hay un enfrentamiento cara a cara entre Rasmussen y uno de los personajes que ayudan a componer el puzzle de las últimas horas de Cristina, que es el nombre de la víctima. La narración tiene algo de teatral: un solo escenario para cada capítulo. Avanza en un ritmo lento pero de una tensión muy alta en cada capítulo, sostenida por un trabajo de los actores magistral.
La serie nos lleva a los bajos fondos de Dinamarca, a la deep web, a la prostitución de lujo, al tráfico de drogas, a los negocios y lucrativos de un servicio online de todo aquello que es ilegal y caro. Al fondo oscuro de los seres humanos. Cada capítulo es como un círculo del infierno, y en cada uno de ellos se establece una gran tensión dramática entre el hombre que quiere entender y comprender, y la persona que tiene enfrente, que niega y niega hasta terminar por abrir su lado oscuro y contra lo que sabe. En cada capítulo se desvela una pista que nos llevará a la siguiente estación del enigma. Rasmussen arrastra su culpa hasta que al final de la serie consigue encajar todas las piezas.
