Cuentos únicos: ‘Cómo los rinocerontes consiguieron su piel’, de Kipling

Cuentos únicos les propone hoy un cuento divertido, de la mano del genio de Rudyard Kipling. En sus textos podemos encontrar siempre, como dijo Henry James, «la magia irresistible de los soles tórridos, de los imperios sometidos, de las religiones salvajes y de las guarniciones inquietas».

El relato

En Cómo los rinocerontes consiguieron su piel, de Rudyard Kipling, un parsi, que es un fiel de una religión monoteista que se practica en el oeste de India, ha conseguido un gran pastel. Lo ha cocido en su horno. Un rinoceronte se acerca, lo voltea, cornea el pastel y se lo lleva. Era el tiempo en que los rinocerontes tenían la piel lisa, sin arrugas. La venganza del parsi marcará a la especie para el resto de sus días.

El autor

Kipling nació en Bombay en 1865 y murió en Londres en 1936. Fue narrador y poeta, y un hombre controvertido por sus ideas imperialistas. Su legado literario es inmenso. Le podmeos considerar, sin ningún temor, como uno de los grandes cuentistas de la literatura inglesa. Pasó en la India los primeros años de su vida, y a los seis años fue enviado a Inglaterra. Estudió en el United Services College de Westward Ho, en Devonshire, en un ambiente que luego describió en la novela Stalky C.

En 1882 regresó a la India, se dedicó al periodismo en calidad de subdirector de The Lahore Civil and Military Gazette y después, entre 1887 y 1889, de The Pioneer. A los veintiún años publicó su primer libro, Departmental Ditties (1866), colección de versos de circunstancias, y a los veintidós el primer volumen de narraciones, Cuentos simples de las colinas (1887), y luego otros seis: Tres soldados, Bajo los cedros deodaras, El rickshaw fantasma, La historia de los Gadsby, En blanco y negro y El pequeño Guillermo Winkie.

En 1892 se casó con Caroline Starr Balestier, de Nueva York, y se estableció con ella en Battleboro, en Vermont. Allí vivió cuatro años y compuso varias obras que revelan el influjo americano, singularmente el de Jack London, en la exaltación de la vida primitiva y del retorno a la naturaleza: Invenciones varias (1893), El libro de la jungla (1894), El segundo libro de la jungla (1895) y Capitanes intrépidos (1897).