Cuentos únicos sigue por Tomeo, Javier, (1932-2013) escritor inquietante de prodigiosa imaginación, que nos ofrece en El reencuentro una versión muy personal del viejo tópico del hijo pródigo. El de ahora es un aventurero que vuelve a casa, cansado de una vida dispersa. Y el padre es un padre feliz de volver a encontrarse con su hijo, porque presiente el final. Tomeo es un maestro de los desenlaces, y practica el arte de la sorpresa.
El cuento
El reencuentro es el regreso del hijo pródigo, versión Javier Tomeo. Dejó su casa y su familia cuando, según él, el clima se hizo irrespirable. Y ahora vuelve en busca de descanso. Padre e hijo se abrazan, pero el hijo empieza a ver detalles que no reconoce en su padre. El primero, unas erres arrastradas, como si fuera francés. Luego está la miopía, que en este relato juega un papel que propicia los equívocos. La miopía es un recurso del que Tomeo abusó en su obra literaria, tanto que ha habido algún comentarista que ha contado el número de veces (son muchas) que recure a ese defecto de la vista. La obra de Tomeo está poblada de miopes. El cuento tiene su punto de humor irónico, de seres que viven con una indiferencia despreocupada todo lo que pasa alrededor. No es un cuento con grandes pretensiones, pero es eficaz, y nos sirve para conocer la prosa de Tomeo.
El autor
Javier Tomeo, escritor aragonés, estudió Derecho y Criminología. Su primera novela fue El cazador, en 1967. Esa novela rompía con el realismo y la crítica social, que era lo que imperaba en las letras españolas de la época. Le siguieron Ceguera al azul y El Unicornio, que recibió el premio Ciudad de Barbastro en 1971. Otras obras célebres de Tomeo son El castillo de la carta cifrada, Amado monstruo, que fue adaptada al teatro, su Bestiario y El discutido testamento de Gastón de Puyparlier. En Los enemigos, desarrolló las peripecias del señor Zambrana, dedicado de forma exclusiva a proteger a su hijo, víctima de una extraña e implacable persecución. Tomeo tiene grandes dotes para crear mundos mágicos e inquietantes.