A tan solo 5 minutos del centro de la capital balear, este bello paraje regala imágenes inolvidables y brindan la oportunidad de complementar la visita con una experiencia gastronómica en su restaurante típico mallorquín
Situadas en un barrio residencial, las Cuevas de Génova fueron descubiertas por casualidad en el año 1906, durante la construcción de un pozo de uso privado. Ninguno de los trabajadores que se encontraban excavando podían imaginarse lo que iban a encontrar allí: un fascinante legado natural esculpido en piedra, gota a gota, durante siglos. En su interior alberga piscinas, cúpulas y otras impresionantes estructuras.
Varias galerías subterráneas de origen calcáreo se unen de forma natural, creando pasillos a lo largo de un kilómetro, a unos 36 metros de profundidad. Unas grutas de singular belleza debido a la multitud de colores de los minerales que habitan en sus paredes, y a las originales formaciones erigidas a lo largo de los años. Además, el hecho de estar situada a pocos minutos del centro de Palma las convierte en un atractivo singular, por encontrarse tan cerca del núcleo urbano de la capital balear.
Estalactitas, estalagmitas y unas curiosas formaciones llamadas «espeleotemas coraloides», conocidas también como palomitas de maíz o coliflores, las cuales son sumamente difíciles de encontrar, aparecen entre luces y sombras en este enclave, para brindar a sus visitantes un espectáculo de formas y colores. Estas cuevas se mantienen en un entorno muy húmedo durante todo el año, ya que cuentan con una enorme irrigación natural de agua dulce de forma constante, lo que las hace diferentes a las del resto de Mallorca.
Las Cuevas de Génova combinan naturaleza y gastronomía típica local
Para no perderse ningún detalle de la ruta y extremar la precaución, las visitas a la cueva se realizan en pequeños grupos, con un máximo de 25 personas, acompañadas por un guía que irá explicando, de forma divertida y didáctica, todo lo relacionado con el descubrimiento de la gruta, de qué materiales está formada, sus extravagantes formas y otros muchos datos relevantes.
Para complementar esta visita, existe la posibilidad de probar la carta mediterránea del restaurante de las Cuevas de Génova. Está especializado en carnes, pescados a la parrilla, tapas y, por supuesto, en cocina mallorquina. Además, el establecimiento prepara ofertas con las que reservar la comida o la cena, y dispone de varios menús: Mallorca Experience, Tapas, A la carta e Infantil.
Este enclave es el lugar ideal para los amantes del turismo en grutas y cuevas, que se ven impulsados a adentrarse en las profundidades para descubrir los misterios que hay bajo tierra. Si te encuentras dentro de este grupo, la visita a las Cuevas de Génova se convierte en una cita ineludible. Sin duda, una opción completa y diferente, a tan solo unos pasos del centro de Palma, que invita no solo a conocer los secretos de esta maravilla geológica, sino a dar un placer al paladar con una inolvidable experiencia gastronómica.
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