El plan maestro – Javier Sierra – Editorial Planeta – 504 páginas – 22,90€
Con El plan maestro, Javier Sierra nos invita a mirar y observar el arte de otra forma. No solo contemplando la belleza que muestran las obras de arte, dejándonos convencer con sus formas y colores o disfrutando de lo que vemos, que también, sino yendo más allá y buscando los significados y mensajes que ocultan. Y lo hace a través de una historia que fusiona crónica, investigación y ficción, y en la que no faltan ni el simbolismo ni el misterio; ni la astrología ni los secretos; ni las revelaciones ni las apariciones de seres que viajan en el tiempo con una misión. No está nada mal, ¿no crees?
¿Cuál es el argumento?
¿Te imaginas visitar las obras de Goya, Botticelli, Goya, incluso Frida Kahlo, entre otras, y conocer de primera mano los secretos que ocultan? ¿Te apetece acercarte a las cuevas rupestres de Cantabria o a las de Lascaux, situadas en Périgord, en plena Dordoña francesa? Pues esto es lo que nos propone Javier Sierra en esta nueva entrega. Y lo hace contándonos lo que él vivió en el año 1990, en una de las salas del Museo del Prado, y lo que ha ido descubriendo desde entonces.
A raíz de aquella aparición que tuvo en 1990, el autor ha querido continuar explorando en la figura del «Doctor Luis Fovel«. Y este hecho es el motor que le lleva a escribir esta historia. Arranca con un viaje veraniego que emprenden él y su familia en dirección a Hornos, Cantabria, con una idea clara: Poner en marcha la «operación Vultus«. Y sus dos hijos culminan la citada operación con un pequeño descubrimiento. ¿Por qué ellos y no el propio autor o su esposa? Porque los chiquillos son capaces de ver y percibir cosas que los mayores no vemos, «son capaces de interpretar todo lo que a nosotros nos pasa inadvertido. Su cerebro es más plástico, está más alerta y posee la inteligencia de dar sentido a cualquier raspadura, detalle o hendidura banal en un muro«.
Las investigaciones continúan
La «operación Vultus«, sin embargo, lejos de aportar soluciones, no hace sino abrir nuevos interrogantes que hacen que Javier Sierra opte por alejarse de las tierras cántabras, durante unas horas, cruzando la frontera, para así poner rumbo al país galo e intentar hallar algunas de las respuestas.
Y con ellas, poco a poco, vamos descubriendo que cada representación artística (desde las cuevas prehistóricas hasta obras más recientes como las de Frida Kahlo) aporta, a su manera, nuevas claves que no dejan de sorprender.
Sociedades secretas con objetivos opuestos
Pero no siempre interesa que los mensajes cifrados que se ocultan en las obras de arte vean la luz. Y no todos están de acuerdo en que estos sean vox populi, no. Y si no que se lo pregunten a miembros de algunas sociedades secretas que intentan evitar, contra viento y marea, que la humanidad vuelva a ver, leer y descifrar los mensajes subliminales y sabiduría que se esconden en las distintas representaciones artísticas.
Como ves, estimado/a lector/a, en El plan maestro interconecta tramas diferenciadas. Por un lado, te toparás con personas que están dispuestas a desvelarte algunos de los secretos mejor guardados y, por otro, con otras que quieren que estos solo sean rebelados a unos pocos «elegidos«. Un argumento interesante, ¿no crees?
Sobre el autor: Javier Sierra
Javier Sierra tenía solo ocho años cuando empezó a soñar con ser escritor. Publicó su primer libro hace treinta, confirmando lo que ya intuía entonces: que las letras son una magnífica herramienta para resolver misterios.
Antes de ganar el Premio Planeta con El juego invisible, ya era el único autor español cuyas novelas habían llegado al top ten de los libros más vendidos en Estados Unidos. Con El plan maestro se enfrenta ahora a los grandes interrogantes que plantean los orígenes, el sentido y el significado profundo del arte, novelando la perturbadora influencia de una comunidad secreta que nos ha inculcado sus ideas desde la noche de los tiempos.
Autor de obras tan celebradas como La cena secreta, El maestro del Prado, La dama azul o El ángel perdido, su literatura se lee hoy en cuarenta y cuatro países. Periodista y viajero, es hijo predilecto de su ciudad natal, y la biblioteca pública de Teruel lleva su nombre.
Opinión personal sobre El plan maestro
El pintor Giorgio de Chirico decía que «para llegar a ser verdaderamente inmortal, una obra de arte debe exceder todos los límites humanos. La lógica y el sentido común lo único que hacen es interferir. Pero una vez que esas barreras se rompen, entrará en el reino de las visiones y sueños de la infancia«. Y como, en cierta manera, esta es una de las varias premisas que aborda Javier Sierra en El plan maestro, he pensado que no hay mejor manera de iniciar mi opinión personal que citándola.
Una vez más, tal y como ya ha demostrado en anteriores ocasiones el autor, el Arte se convierte en el principal protagonista de esta nueva historia. Una historia que, como indicaba en la entradilla, fusiona a la perfección la crónica, la investigación y la ficción y en la que cierra algunos de los interrogantes que, en mi humilde opinión, quedaron sin cerrar en «El maestro del Prado«.
Breves pinceladas de lo que encierran sus páginas
Aunando algunas de sus experiencias personales, en las que incluye muy brevemente a su familia, con teorías varias, Javier Sierra vuelve a mostrarnos que es un auténtico «maestro» y experto a la hora de diseccionar y explicar las obras de arte y desvelar lo que ocultan algunas de las pinturas más importantes. Nos hace ver que no solo tenemos que fijarnos en lo que muestran per se, ni en sus formas, ni en sus tonalidades, sino en las claves que se encuentran en los objetos, en cómo estos retratan la realidad y, en especial, en los mensajes, historias, símbolos y detalles que esconden para expresar ideas, emociones y sentimientos que no pueden ser comunicados a través de la representación realista de la existencia. Y que el verdadero reto radica en saber interpretarlos.
He de reconocer que, como siempre, lo hace con gran solvencia, de una forma muy amena y captando toda nuestra atención. Y nuestra complicidad. Sí, también nuestra complicidad. ¿Cómo lo consigue? De la forma más didáctica e inteligente posible. Incluyendo algunas fotografías (a color) de las obras más icónicas, desvelando algunas de las claves a tener en cuenta, y casi sin darnos cuenta acabamos deteniéndonos ante las imágenes a la búsqueda de ese elemento u objeto, creando más interés si cabe. He de añadir que El plan maestro no solo es una interpretación de pinturas sino que es mucho más. Sus páginas encierran muchos temas más y para descubrirlos solo tienes que darle una oportunidad.
Como ves, estimado/a lector/a, el autor ha pensado en todo. No solo en hacernos descubrir una historia ignorada de la civilización, vivir el misterio o en divulgar conocimiento, que también, sino en cómo cautivar y enganchar a su público dejándole con ganas de más.
Mis conclusiones finales sobre El plan maestro
Por mis palabras imagino, estimado/a lector/a, habrás deducido que esta lectura no está nada mal. Y así es, lo confieso. Me ha resultado una lectura muy interesante y con la que he aprendido mucho. Es cierto, que he echado en falta algo más de acción narrativa y, en un algún momento, me ha resultado un poco intensa, pero quitando esos diminutos «peros«, valga la redundancia, he decir que es una lectura más que recomendable y, por tanto, no puedo hacer otra cosa que eso, recomendar encarecidamente su lectura.
Si eres de los míos y disfrutas con el arte; te encantan el simbolismo, los secretos y las revelaciones; quieres conocer más de cerca la teoría de los «hombres-pez«, entre otras; necesitas saber más acerca de los maestros instructores; te apetece visitar algunas cuevas y obras rupestres; o, simplemente, leíste El maestro del Prado y te quedaste con ganas de más, no te lo pienses dos veces y adéntrate en El plan maestro, ¡te sorprenderá!
Otras novelas interesantes: El jardín de las brujas, La soledad del perro, María Blanchard.
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