Inés Plana – Lo que no cuentan los muertos – Espasa editorial – 19.90€ – 510 páginas
La autora Inés Plana ha publicado la que es su tercera novela Lo que no cuentan los muertos, de ella así como de los otros libros pertenecientes a la serie del teniente Tresser nos habla la escritora en esta entrevista para la revista Fanfan.
Los comienzos de Inés Plana en la escritura
Buenas, Inés Plana, gracias por concedernos esta entrevista, es un placer poder entrevistarte y más después de haber leído tus tres novelas. Irrumpiste en el terreno literario en 2018 con Morir no es lo que más duele, ¿Pero fue esa tu primera obra? ¿Cómo te adentraste en este universo literario?
Con Morir no es lo que más duele tuve el privilegio de publicar y además en una editorial tan importante como lo es Espasa. Fue un sueño y lo sigo rememorando como uno de los momentos más felices que he vivido. Mi manuscrito llegó azarosamente a la que fue mi editora, Belén Bermejo, que fue quien apostó por mi novela e hizo realidad mi sueño. Y no solo eso, sino que la editorial apostó por el personaje protagonista, el teniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil Julián Tresser, que ha protagonizado también mis otras dos novelas, Antes mueren los que no aman y Lo que no cuentan los muertos.
Eres licenciada en Ciencias de la Información y has trabajado en diversos medios. ¿Has dejado atrás ahora tu faceta como periodista y te dedicas en exclusiva a la literatura o compaginas ambas facetas?
El periodismo y la literatura forman parte de mí, ambos son oficios muy vocacionales. Ahora mismo me estoy centrando en escribir, pero no quiero alejarme del periodismo y mi intención es mantenerme en la órbita de ambos si se da esa posibilidad.
Escribir es algo que haces casi de forma mecánica y autónoma por tu trabajo ¿Qué es lo que más te gusta de escribir? ¿Qué es aquello que te transmite? ¿Es siempre una sensación dulce o a veces agridulce?
De la escritura me gusta todo, tanto en lo que se refiere a la técnica literaria como a la fabulación y la creación de personajes. Escribir para mí es alejarme del planeta Tierra y adentrarme en otro universo radicalmente distinto, que es el de vivir y convivir intensamente con la historia y con sus personajes.
Es un proceso intenso, complejo, divertido, una tarea solitaria e íntima, aunque en realidad nunca se está solo: los personajes te acompañan durante las veinticuatro horas del día, tanto cuando escribes como cuando apagas el ordenador.
No deja de ser una obsesión y una adicción, al menos esa es mi experiencia. ¿Hay sensaciones agridulces? Las hay, se establece una lucha contra muchos elementos: la trama, la estructura, el desarrollo de los personajes, los recursos literarios, el lenguaje, el estilo… Pero eso va en el equipaje, es un constante desafío y eso siempre resulta excitante.
Siguiendo con la faceta periodística habrás escrito miles de artículos que no estabas de acuerdo con lo que se contaba, con el enfoque o con la temática del reportaje pero en una novela es distinto ¿Te sientes más libre de expresar? ¿Crees que si hubieras empezado a hacer ficción hace quince años la hubieras abordado desde otro punto?
Me dediqué años al periodismo divulgativo, por lo que no recuerdo haber tenido ningún conflicto por mi manera de enfocar un artículo. Distinto sería, supongo, si hubiera hecho información política, donde existe más presión. De todos modos, el periodismo debe contar la verdad y en la literatura se narra desde la verdad del autor, desde su verdad, a través de una mirada propia sobre la realidad, aunque se trate de ficción y de fabulación.
Si hubiera abordado mi primera novela hace quince años, habría estado menos preparada para asumir el reto. Antes de Morir no es lo que más duele hubo muchos intentos, páginas que se quedaron en los cajones y que me sirvieron de aprendizaje. Cuando me sentí capaz de abordar la novela y su complejidad, me lancé a esta maravillosa aventura que es la escritura. Ni un minuto antes ni un minuto después. Sentí que era el momento.
La primera novela de Inés Plana ‘Morir no es lo que más duele’
Fue en 2018 cuando Inés Plana publica Morir no es lo que más duele, en poco tiempo se convirtió en un éxito de crítica y ventas ¿Cómo viviste tú ese momento? Y es que eras una autora nobel, por lo que supongo que el miedo a la respuesta del medio siempre impresiona.
Más que miedo, lo que me infundía era respeto. Yo era una debutante sin pasado literario, una desconocida, no tenía ni idea de cómo iban a recibir mi novela los lectores. Las impresiones de quienes la leyeron antes de su publicación eran buenas, eso era tranquilizador, pero al final una novela transmite sensaciones distintas a cada lector, porque cada uno es un mundo. Para mí era una incógnita. Afortunadamente, la respuesta fue muy buena y lo sigue siendo, porque Morir no es lo que más duele sigue generando ventas cuatro años después. Viví su publicación con una sensación de felicidad plena.
Escribí buena parte de la segunda, Antes mueren los que no aman, sin haber publicado aún la primera, porque la editorial tardó un año en hacerlo. Buscaron la mejor fecha de lanzamiento teniendo en cuenta que yo era una escritora novel, pero yo abordé ese segundo proyecto sin saber cómo se recibiría el primero. Me olvidé de esa circunstancia y de nuevo me lancé a la aventura con mucha ilusión y aplicando todo lo que había aprendido en la primera.
En esa primera novela conocemos a Tresser, que es quien está al cargo de las investigaciones de esta y las novelas siguientes, se le presenta como un hombre borde y antisocial, pero que con el paso del tiempo va comportándose con un toque más humano ¿Pero para ti, cómo es Tresser? ¿Cómo le concebías en un principio?
En Morir no es lo que más duele, Julián Tresser carga a sus espaldas con una pesada mochila emocional, un lastre de su pasado del que no consigue zafarse. Eso endurece su carácter y merma su capacidad afectiva. Quise concebirlo así, uniendo su personalidad solitaria y hermética al desempeño de su oficio de guardia civil, un teniente de la Policía Judicial, un investigador meticuloso al que le abro varias fugas de agua en su psicología granítica cuando descubre hechos de su pasado interconectados con el crimen que está investigando.
Tresser ha ido evolucionando en las dos siguientes novelas, muchos lectores han coincidido en calificar esa evolución como “espectacular”. Sigue siendo un hombre áspero, pero varios caminos de luz se incorporan a su vida –entre ellos, el amor– y eso lo humaniza y lo acerca más a los afectos y a una relación más empática con la realidad, sobre todo en mi tercera novela, Lo que no cuentan los muertos.
Otro de los personajes más carismáticos de tus novelas es Luba (de la que hablaremos poco para no hacer spoiler por si aun no saben quién es). Para mí es el personaje más emocional del libro, el más luchador, y alguien imborrable pero para ti, ¿qué representa Luba?
Luba es una niña con unas vivencias terribles, es difícil imaginar cómo ha sido cada minuto de su existencia tan atroz. En la vida real, lo más probable es que no hubiera sobrevivido. Sin embargo, es una gran luchadora y se ha protegido de su devastación emocional con una inocencia que emociona y que transmite mucha ternura. Trabajo intensamente sobre mis personajes, pero Luba es especial y lo es también para Tresser. Es una niña que viene de la oscuridad pero aporta mucha luz a la trama, o al menos he querido que fuera así. Su impacto en los lectores y el cariño que proyecta me gratifica enormemente.
Las novelas de Inés Plana
En 2019 y 2021 publicas respectivamente Antes mueren los que no aman y Lo que no cuentan los muertos, si nos detenemos a leer los títulos de tus tres novelas destaca la palabra muerte como elemento principal ¿Es siempre la muerte el fin o el principio de algo? ¿Por qué esa palabra es tan representativa en tus obras?
La muerte es uno de los grandes temas literarios, sino el que más. Al fin y al cabo, es la única gran verdad de la condición humana, nuestra caducidad. De un modo u otro está presente en la literatura de todos los géneros, y en la novela negra con mayor razón, pues en ella se explora o se aborda la maldad en sus diversas formas y se muestran los sótanos más oscuros de la sociedad. Ha sido una coincidencia que esté presente en los títulos de mis tres novelas, pero a mí no me resulta extraño. En mis novelas no hago sangre, pero la muerte o su amenaza planea sobre muchos de mis personajes.
Cada historia es independiente pero sigue un hilo conductor como es Tresser. En esta última novela tiene una parte más emocional que las anteriores y podría significar casi el fin de la saga del ahora capitán ¿Estoy en lo cierto o seguiremos disfrutando de sus investigaciones?
En Lo que no cuentan los muertos Tresser cierra una etapa de su vida y comienza otra que promete ser distinta, sin dejar de ser él mismo y sin abandonar sus singularidades. Tiene cuarenta y siete años y le aguardan muchos retos que afrontar, tanto en su vida como en su profesión de guardia civil, así que por supuesto que voy a seguir con él. Hemos evolucionado juntos durante tres novelas, le debo mucho y Julian Tresser es un personaje al que le queda aún mucho recorrido literario.
Todo lo que representas en el mundo literario está ligado a la temática de la novela de suspense o negra ¿Has pensado en explorar otros géneros o crees que este es el mejor para hacer crítica a las diversas causas sociales?
Hay otros géneros que me interesan, como el terror gótico o la gran aventura, y me gustaría explorarlos, pero de momento mi pálpito es continuar con la novela criminal porque ahora es la que más me atrae. Por otra parte, la crítica social tiene cabida en cualquier género, aunque quizá no con la misma intensidad. Atravesamos tiempos muy convulsos y parece que la inercia de la vida nos empuja cada vez más a vivir el presente y no hacer demasiados planes a largo plazo. Cuando sienta el impulso de sumergirme en otro género literario, a mí no cabe ninguna duda de que lo haré.
Es difícil escoger uno de sus tres libros, pero si tuviera que hacer balance, ¿cuál cree qué es el más completo? ¿Cuál es cómo lectora el que considera más redondo? ¿Qué diferencias hay entre sus tres obras?
Honestamente, no podría elegir. Cada una de mis novelas es una vivencia, un aprendizaje, una experiencia literaria en la que he volcado lo mejor de mí misma. En Morir no es lo que más duele, quizá mi novela más negra, conseguí la atmósfera y la sordidez que yo buscaba. En Antes mueren los que no aman me atreví a una mayor complejidad de la trama, y mucha más aún en Lo que no cuentan los muertos, que narra un caso muy enigmático, con numerosos personajes y con Tresser movilizando a diversas unidades de la Guardia Civil.
Me gusta la complicación, el riesgo y ser ambiciosa en cada proyecto. Dicen muchos lectores que mi tercera novela es la más redonda. Yo digo que cada una tiene sus particularidades, lo cual las hace distintas y no soy yo la persona idónea para decantarme por una o por otra. Todas son yo y todas forman parte de mí.
Recomendación literaria de Inés Plana y futuros proyectos
Espero que Tresser vuelva, o cualquier otro personaje que también pueda resultar emblemático, lo que estoy segura es que seguiré leyendo sus libros y tú cosechando éxitos a través de ventas y premios. Pero para concluir me queda por saber su gusto literario a la hora de elegir lectura ¿Qué libros nos recomendarías? ¿Cuál fue su último gran descubrimiento?
Podría mencionar varios descubrimientos felices en la literatura, pero voy a destacar El callejón de los milagros, del escritor egipcio Naguib Mahfuz, Premio Nobel de Literatura en 1988. Esta novela me impresionó, me parece un alarde técnico y de estilo. Sus protagonistas son árabes, una cultura muy diferente a la nuestra, y sin embargo conectas con ellos desde la primera página.
Es una novela universal, como todas las grandes obras literarias. He leído algunos de sus otros libros y todos son un festín literario. Su Trilogía de El Cairo me parece, sencillamente, redonda. La “devoré” en pocos días, y eso que es voluminosa. Aunque se trata de narrativa literaria, Mahfuz, que también fue guionista de cine, maneja la intriga y el suspense de un modo magistral. Es un gran escritor que recomiendo con entusiasmo.
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