¿Qué tienen que ver un DVD o un libro con la privacidad? Seguid leyendo y lo sabréis
Una noticia reciente nos ha llamado la atención, y nos ha hecho reflexionar sobre la importancia del formato físico para el conocimiento, la cultura y la libertad.
La noticia
Apple ha decidido instalar una aplicación de software en sus dispositivos para poder revisar las imágenes almacenadas en éstos. Por ahora se trata de una iniciativa circunscrita a EE.UU. ¿Y cuál es el objetivo de esta revisión? Buscar imágenes potencialmente relacionadas con pornografía infantil o con pederastia. Y aquí está el Caballo de Troya ¿Porque quién en su sano juicio no estaría de acuerdo en perseguir la pedofilia?
Antes de proseguir aclaremos una cosa. La pedofilia está mal, de acuerdo. ¿De acuerdo? O quizá no. Porque hay que recordar que hay países en los que los matrimonios infantiles son legales (algunos de ellos fieles aliados de Occidente), otros en los que la edad de consentimiento es a los 12 años, países en los que la prostitución es legal con 16 años… O tenemos casos más recientes y próximos. En Suiza la prostitución con 16 años era legal hasta 2013. Hay países en los que la pornografía infantil es todavía legal, y en Japón sólo dejó de serlo en 1999 (ayer, como quién dice).
En cualquier caso, una vez detectadas las imágenes sospechosas serán revisadas por un equipo humano. Hablaremos de esto más adelante. Porque de esta noticia queremos contemplar tres aspectos, cómo se implementa esto, las posibles tendencias y el marco legal en que se aplica.
Vayamos por partes
Lo primero, aunque menos relevante, es la implementación de esta medida. Un autómata clasificas las imágenes y detecta algunas sospechosas. ¡Cuidado padres! De pronto una foto en la bañera, o muchas fotos de los mismos niños, pueden desatar la ira del autómata. Lo mismo puede sucederle a un fotógrafo especializado en niños. O incluso a un pediatra que siga sus casos y decida almacenar las fotos en iCloud. En cualquier caso, ya estarán marcados como sospechosos.
Después pasaremos por la evaluación de unos revisores humanos. ¿Quién hará esta labor? Podría ser una persona muy estricta que califique cualquier cosa como pornografía infantil, u otra más laxa que no llegue a ver lo evidente. Mi sospecha es que se caerá más en lo primero.
Sólo comentaré un par de casos. Un amigo, dueño de una tienda de discos, cuelga una portada en Instagram, se considera ofensiva, le deshabilitaban la cuenta, no logra restaurarla. El grupo de la dichosa portada mantiene intacta su cuenta.
Yo, vacunado, cuelgo un chiste sobre el COVID-19. Facebook bloquea la publicación. No he logrado que revisen dicho bloqueo, y he acabado desistiendo.
Pantomima Full, hacen una parodia sobre los antivacunas. YouTube les bloquea. Tras mucho insistir se dan cuenta que es una parodia y los desbloquean. Claro que, ellos son alguien. Y a alguien siempre se le escucha más.
¿Imagináis la lacra que puede suponer para una persona si Apple le designa como posible pederasta o pornógrafo infantil? Lo complicado que puede resultar quitarse esa losa de encima. Parece que la empresa de la manzana ha adoptado una iniciativa muy arriesgada, arriesgada sobre todo para sus usuarios.
¿Qué podría suceder?
Pero tras esta iniciativa hay un trasfondo todavía más preocupante. Supongamos que aceptamos la idea de Apple. Una vez aceptado el asalto a nuestra privacidad, ¿por qué no extenderlo? ¿Por qué no buscar en los audios, los e-mails, los archivos descargados, las hojas Excel…? ¿Por qué no buscar sospechas de narcotráfico, blanqueo de dinero, evasión de impuestos, tráfico de armas…? Es por el bien de todos.
¿Y que pasa con el consumo privado de drogas, la mala dieta, las opiniones inconvenientes, los hábitos de vida insanos…? Es por el bien de todos, es por el bien del propio usuario del dispositivo ¿No debemos perseguir esto también?
¿Qué pasará en países que presionaban a las tecnológicas para obtener información pero estas resistían? ¿Habrán de proporcionar datos sobre otros posibles delitos? ¿También sobre opositores políticos, disidentes, pacifistas, objetores, ONGs…?
El marco legal
Finalmente está el marco legal. Que es lo que permite lo anterior y por lo que hemos querido señalar más adelante la importancia del formato físico. ¿Habéis visto en la noticia (si habéis abierto el enlace) alguna referencia a un requerimiento judicial? No la habéis visto porque no la hay. Es una iniciativa de Apple, o eso han dicho.
Y parece que, al menos en algunos lugares, sí, Apple puede hurgar en tu cuenta online o en tu dispositivo. En cualquier momento, al acceder a una web, al aceptar una licencia de software… estamos firmando contratos muy extensos y con multitud de condiciones que rara vez llegamos a leer. Contratos que permiten que nos quiten acceso a nuestras cuentas, revisen sus contenidos, usen nuestras imágenes…
Pero también nos sorprende. Las grandes empresas tecnológicas han resistido tenazmente la presión de los gobiernos para entregar datos de sus usuarios, para crear puertas traseras en sus sistemas de encriptación. ¿Qué está sucediendo ahora? ¿Nos están acostumbrando poco a poco a esta injerencia? ¿O las tecnológicas están usurpando las funciones que corresponden a los gobiernos? Merece la pena pensarlo.
La importancia del formato físico
¿Y por qué subrayamos en todo esto la importancia del formato físico? Precisamente por el marco legal del que previamente hablábamos. Al suscribirnos a plataformas de streaming, los contenidos podrían modificarse en cualquier momento, incluso sobre la marcha. No tenemos ningún control. ¿Pero realmente lo tenemos sobre lo que hemos descargado en nuestros dispositivos? Me temo que la respuesta es no. Muchas de las descargas no son realmente nuestras. De nuevo esos largos contratos que firmamos haciendo clic, y que no leemos.
La música descargada desde iTunes no se puede vender, regalar, copiar.. y si mañana tenemos un problema de acceso o iTunes cierra, podríamos quedarnos sin ella. Lo mismo aplica para cualquier otro contenido de esa plataforma. Aunque Apple, para mayor garantía de control está estudiando abandonar completamente las descargas.
Lo mismo sucede con los ebooks de Amazon. Uno puede leerlos pero en cualquier momento Amazon puede quitarnos el acceso completamente, borrar el dispositivo, eliminar alguno, modificar el contenido de otro…
¿Qué impide a algunas empresas tecnológicas quitarnos el acceso a un libro o una película prohibidos en otro país? Y quién dice una obra puede hablar de todos los trabajos de un autor. ¿Qué les impide quitar escenas o capítulos, o cambiar diálogos, subtítulos, doblajes o traducciones? Y lo que en un libro técnico puede ser práctico, en un trabajo artístico puede ser un destrozo. Y puede obedecer a tendencias sociales, a las simpatías de la dirección por una ideología u otra, a presiones políticas…
Y es aquí donde se subraya la importancia del formato físico. Porque el DVD que tengo en mi casa, el libro que está en mi biblioteca, con erratas o no, no se puede modificar. Y una vez lo compro, es mío, y lo puedo vender o regalar si quiero. Y además es muy complicado dejarme sin acceso.
Pero sobre todo, si alguien modifica la versión online, la copia física queda ahí, dando fe de la modificación. Y eso, en el arte, la cultura, la filosofía, la historia, la sociología… puede ser muy importante. Puede impedir que un Gran Hermano cambie la cultura y la historia al capricho de cada tendencia que surja.
Y es por esto que seguimos comprando películas en DVD y Bluray, seguimos comprando libros en papel, seguimos comprando discos de vinilo (el que lo prefiera también en CD)… porque no siempre lo conveniente y cómodo es lo mejor. Ni tampoco por fuerza lo son lo más nuevo, ni la tecnología más reciente.
Al convivir lo nuevo y lo viejo sucede un poco como con la democracia, que al contraponerse distintas tendencias, unas ayudan a prevenir los abusos de las otras, y viceversa. Aunque algunos quieran hacer la última tendencia la única opción, intentando condenar cualquier otra a la irrelevancia, desde aquí queremos señalar de nuevo la importancia del formato físico frente al buso de las grandes empresas y los gobiernos.
Así que, ya sabéis, al menos de vez en cuando haceos con fragmentos de cultura y conocimiento en formato físico, salid de las plataformas y del control que éstas tienen sobre lo que leemos, escuchamos o vemos. No es nostalgia, o no únicamente, es garantizar que el ecosistema sigue siendo lo bastante variado para que la cultura prospere y el conocimiento pueda fluir sin someterse al control de unos pocos.
Fanfan te mantiene al día de las novedades en entretenimiento, y te ofrece servicios de comunicación y herramientas estratégicas para gestionarla. Si quieres estar al día de la actualidad de FanFan y enterarte antes que nadie de todo lo que publicamos, síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Ivoox, Spotify y YouTube