Disponible desde el 26 de mayo de 2020 en Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC.
El lanzamiento de Mortal Kombat 11, en abril del año pasado, supuso el regreso por la puerta grande de una de las sagas de lucha más sangrienta y visceral de la industria de los videojuegos. Desde entonces, Warner Bros. Entertainment y NetherRealm Studios no han parado de añadir novedades a su obra, ya sea a través de la inclusión de nuevos personajes o con diversas mejoras. Sin embargo, la llegada de Mortal Kombat 11: Aftermath no solo va a servir para ampliar la plantilla de luchadores disponibles y aportar más contenido. Nada más lejos de la realidad. El plato fuerte es, sin ninguna duda, la expansión que recibe su aclamado modo historia.
Esto es bastante inusual dentro del género, ya que los juegos de peleas no suelen tener argumentos muy elaborados ni tramas demasiado complejas. Pero ese no es el caso que nos ocupa, pues los creadores de esta franquicia se caracterizan por dotar a sus títulos de un gran trasfondo narrativo, algo que ya quedó sobradamente demostrado en anteriores entregas y en la saga Injustice. Sin duda, los principales beneficiados de tal circunstancia son los personajes, ya que esta expansión trae una generosa cantidad de cinemáticas en las que todos tienen su momento de gloria. Eso sí, unos brillan más que otros.
Shang Tsung acapara todos los focos
La trama de Aftermath da comienzo justo donde concluye Mortal Kombat 11, así que es recomendable haber terminado el primer acto antes de adentrarse en lo que tiene para ofrecer este DLC. No quisiera destriparos nada de su narrativa, pues merece la pena que descubráis su historia por vosotros mismos, pero sí os puedo adelantar que tiene un tono muy similar al que ya se pudo ver en el juego base. Ya sabéis… viajes en el tiempo, poderes sobrenaturales, alianzas imposibles, etc. La mayoría de luchadores cuentan con su correspondiente cuota de pantalla, pero es indiscutible que hay uno que brilla con mayor intensidad que los demás: Shang Tsung.
Además de contar con gran peso dentro del argumento, este astuto ladrón de almas se apodera de cada escena cuando hace acto de presencia. Esto se debe a la magnífica interpretación del personaje por parte del actor Cary-Hiroyuki Tagawa, el cual ya actuó en la película Mortal Kombat de 1995 representando ese mismo papel. Aunque todos desconfían de él por la crueldad de sus actos en el pasado, su presencia cobra una vital importancia dentro de la trama, situando sus apariciones en pantalla entre lo más destacado.
Si sois fans de la franquicia, y lleváis algún tiempo siguiendo las aventuras de sus personajes, os aseguro que vais a disfrutar de lo lindo. Aunque hay determinadas situaciones que se sienten un poco forzadas por exigencias del guión, lo cierto es que la historia de Mortal Kombat 11: Aftermath está plagada de momentos épicos que harán las delicias de los aficionados. Además, hay algunos enfrentamientos en los que se nos permite elegir entre dos posibles combatientes, pero en la mayoría de ellos tendremos que usar a uno en concreto.
Lo más destacado de ‘Mortal Kombat 11: Aftermath’ es su sobresaliente modo historia
Ahora me gustaría hablaros de los distintos contenidos a los que podéis acceder. Para empezar, debéis saber que esta expansión viene acompañada de una actualización gratuita para todos los usuarios, la cual añade una alternativa a los sangrientos fatalitys. Los friendships son movimientos no letales, que se ejecutan justo al terminar el último combate, en el que los luchadores celebran la victoria con un tono alegre y festivo. Además, también se han incluido varios fatalitys de escenario —en los que usamos el entorno para acabar con los adversarios— y algunos niveles extra. Entre ellos, destacan la cámara de almas y el pozo de la muerte.
Bien, pasemos ahora con los contenidos de pago. En primer lugar, Aftermath os da acceso a tres nuevos luchadores —Robocop, Sheeva y Fujin—, varias skins y la expansión para el modo historia que ya he mencionado. Su precio es de 39.99 euros. Si os faltan algunos de los personajes lanzados con anterioridad, también podéis haceros con el lote Aftermath + Kombat Pack, el cual incluye todo lo anterior y añade otros seis combatientes: Terminator, Sindel, Shang Tsung, Night Wolf, Joker y Spawn, por 49.99 euros. Por último, la opción más completa la encontramos en Mortal Kombat 11: Aftermath Kollection, un paquete que incluye el juego base y todo el contenido adicional lanzado hasta la fecha, por 59.99 euros.
Sangriento y visceral
En aspectos técnicos y jugables apenas hay novedades. El título conserva ese gameplay tan característico de la serie, en el que la brutalidad y el salvajismo están a la orden del día. Aquí no solo se trata de vencer al rival. Hay que destrozarlo de todas las formas que os podáis imaginar, ya sea cercenando sus extremidades, atravesándole el torso con una certera estocada o reventando su cabeza a base de golpes. Sí, definitivamente esta obra no está hecha para aquellos que tengan el estómago sensible, pues aquí es bastante habitual presenciar escenas donde la sutileza brilla por su ausencia. En ese sentido, la llegada de los friendships es más que bienvenida, ya que nos permiten terminar los combates dándoles un toque de humor.
A nivel visual, Mortal Kombat 11: Aftermath mantiene el fantástico trabajo al que ya nos tienen acostumbrados sus creadores. El diseño de los personajes es soberbio, y los combates transcurren con una suavidad y fluidez dignas de mención. Los escenarios cuentan con un acabado magnífico y asombran por su sorprendente estética y colorido, además de contar con multitud de detalles y elementos interactivos. La banda sonora, por su parte, tiene un aire muy cinematográfico, sobre todo en las numerosas escenas narrativas que incluye el modo historia, las cuales podrían pasar perfectamente por una película de animación. Sin embargo, al acompañamiento musical de las peleas les falta contundencia, pues queda ensombrecido ante el festival de huesos fracturados y órganos saltando por los aires que oiremos durante los enfrentamientos.
Conclusiones — ‘Mortal Kombat 11: Aftermath’
Sin duda, Warner Bros. Entertainment y NetherRealm Studios han realizado un magnífico trabajo con esta expansión. Una vez más, la estrella del show la encontramos en su extenso modo historia, permitiendo a los seguidores de la saga añadir un nuevo capítulo al enrevesado hilo argumental de la franquicia. Los nuevos personajes aportan aún más variedad al conjunto y vienen a complementar los que ya había disponibles. Sheeva, Fujin y Robocop son luchadores a tener muy en cuenta, pues disponen de técnicas de ataque absolutamente letales y son muy divertidos de controlar. En definitiva, si te habías quedado con ganas de más contenido, en Mortal Kombat 11: Aftermath lo vas a encontrar.
Lo mejor:
- El modo historia rezuma calidad por los cuatro costados. De lo mejorcito que se ha visto en el género.
- Las apariciones de Shang Tsung son estelares. Se come la pantalla.
- Los friendships aportan un toque de humor que sirve de contrapunto a la brutalidad de los combates.
- El diseño visual y los movimientos de Robocop. Puro estilo ochentero.
Lo peor:
- Si solo te interesa el modo historia, este DLC se te puede quedar un poco corto.
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