Una crónica de la Comuna de París, en su 150 aniversario

Historia de la Comuna de París. Prosper Olivier Lissagaray. Traducción de Blanca Gago. Prólogo de Eric Hazan. Introducción de Eleanor Marx. Capitán Swing.

La Comuna de París forma parte de la mitología revolucionaria. Y Capitán Swing rescata una de las obras que reconstruyen el desarrollo y el desenlace de aquella revuelta. El autor es el periodista francés Prosper Olivier Lissagaray. El pasado 18 de marzo se cumplieron 150 años del estallido que terminaría dos meses después en medio de un baño de sangre. La izquierda europea tiene en aquellos sucesos uno de sus mitos. Y no es extraño por tanto que se actualice con una obra que se redactó y se publicó para contestar las versiones contrarias. La primera edición de esta obra vio la luz en Bruselas en 1875. Lissagaray había participado con entusiasmo en la revuelta y escribió esta «crónica» para desmentir los relatos que en su opinión estaban llenos de calumnias, inspirados por la «burguesía de la época».

Por la humanidad

Historia de la Comuna de París
Historia de la Comuna de París

El relato es vibrante y minucioso, y funda una mitología revolucionaria con su tono de epopeya. Lissagaray conoce detalladamente los sucesos, lo que ocurre en las calles, los protagonistas de cada barrio, los incendios, las barricadas, los fusilamientos. Así que la crónica tiene una factura novelesca en la que no faltan las apelaciones a un movimiento que tiene ambiciones planetarias: «estamos aquí por la humanidad».

Un acontecimiento que en su opinión «reconocen y aclaman todos los trabajadores del mundo, mientras que las aristocracias la contemplan enfurecidas«. La Comuna, en el relato, habría sido una llamada a la burguesía, a la pequeña burguesía, a esa clase media incipiente, para que tomara «su papel de impulsora y a asir el poder jutno al obrero para encarrilar de nuevo a Francia con un esfuerzo común». ¿Les suena esto? En efecto, es el espíritu de Marx. En el análisis de Lissagaray sobre las razones de la derrota destacan dos: la división en minorías del comité que dirigía la revolución y la manía de legislar antes de asegurar la victoria. Los revolucionarios tenían más ambición de hacer leyes nuevas que de pelear en las calles.

El autor

Lissagaray era un periodista, fundador del periódico L’Avenir. Fue también editorialista en dos periódicos de la época, La Réforme y La Marseillaise. Las dos eran cabeceras de la izquierda revolucionaria. Una vez fracasada la revuelta de la Comuna, Lissagaray escapó a Londres. La capital británica fue el refugio de todos los que huían de la feroz represión que se desató en París. La versión inglesa de esta obra se publicó en Londres en 1886. la traductora fue Eleanor Marx, una de las hijas de Karl Marx. Entre ella y Lissagary hubo más que palabras. Por eso cuando en el prólogo Eleanor Marx insiste en que su amante escribió un relato objetivo e imparcial, hay que poner esas palabras en cuarentena. Eleanor tiene confianza en que el conocimiento de los sucesos de la Comuna anime a los británicos a conocer el verdadero significado de la revolución.

Fue el primer gobierno obrero de la historia, también la primera ocasión en la que se levantó la bandera negra del anarquismo. Fue el primer intento de asalto a los cielos. Leyendo la obra de Lissagaray, y sobre todo aquellos pasajes que no son estrictamente historia de la Comuna de Paris sino su interpretación, como el epílogo, el lector percibe que la mitología de la fe, de la audacia, del lugar reservado en la historia para el proletariado, sigue siendo la terminología que hoy maneja un populismo que intenta el enésimo asalto a los cielos. Por supuesto el de hoy no es un proletariado, y vive en condiciones de bienestar que los comuneros de Paris ni habrían soñado. La miseria, la explotación de la época, y la ruina después de la guerra franco-prusiana, permiten comprender mejor una revuelta que terminó con miles de muertos.

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Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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