Purasangre – Noelia Lorenzo Pino – Editorial Plaza & Janés – 368 páginas – 20.81€
Las pérdidas no resueltas, las adicciones, los miedos, las enfermedades mentales, la familia o la moralidad son algunos de los temas que, muy brillantemente, aborda Purasangre, la novela más reciente de Noelia Lorenzo Pino. Adaptando perfectamente estos aspectos de la realidad a la ficción, la autora ha logrado nuevamente deleitar al lector con esta segunda parte de la serie Lur y Maddi, un tándem que congenia muy bien y que te lleva, de la mano y sin soltarte, hasta final sin apenas darte cuenta.
¿Cuál es el argumento?
La oficial de la Ertzaintza Lur de las Heras abre la puerta de su casa ante la insistencia del timbre. Y ahí, al otro lado, se encuentra a su vecina, una mujer con la que se lleva muy bien y a la que tiene aprecio porque fue una de las amigas de su abuela. La ve muy nerviosa y a pesar de sus esfuerzos por tranquilizarla no lo consigue. Esta le relata que Sua, su nieta, ha desaparecido y no sabe qué hacer ni a quién acudir. Lur recuerda vagamente a la muchacha, aunque reconoce que hace mucho tiempo que no la ha visto. Promete a su vecina que intentará dar con el paradero de su nieta y le mantendrá informada.
Por otro lado, a la comisaría de la Ertzaintza de Irún llega un correo electrónico muy escueto y enigmático. Se parece más a un telegrama que a un mensaje. En él se informa que una chica que va vestida con un abrigo rojo puede estar en peligro. Sin más detalles. No hay ningún nombre ni ningún remitente. Solo una dirección de correo electrónico que, a priori, no indica nada. Al principio, no le dan ninguna importancia creyendo que se trata de SPAM, pero posteriormente cambian de opinión.
Lur de las Heras y Maddi Blasco ante un nuevo caso
A pesar de las dolencias que Lur sigue padeciendo, decide personarse en el despacho del subcomisario y hacerle partícipe de la conversación que ha mantenido con su vecina y de la sospecha de la desaparición de Sua. Nando convence a Lur, de baja, los cebos y sabiendo que la oficial no va a poder rechazar: la suboficial Maddi Blasco.
Han trabajado anteriormente juntas y, aunque son diferentes, se complementan y se entienden a la perfección. Se respetan y se dan su espacio, pero saben que la una puede contar con la otra en cualquier momento. Y que reman siempre en el mismo sentido, en ese en el que la prioridad es descubrir quién se esconde detrás de cada delito. Eso hace que Lur acepte la encomienda y se ocupe del caso para intentar buscar respuestas y con ellas el paradero de la nieta de Rosa. Ya se sabe que las primeras horas de una desaparición son cruciales y no quiere perder ni un minuto.
Una investigación a contrarreloj
Las entrevistas a su madre y abuela y a sus dos mejores amigos no cesan. Necesitan respuestas, pero no consiguen las que desean. Deciden ponerse a trabajar en la reconstrucción de los días previos a su desaparición para saber si ha ocurrido algún hecho que haya motivado que Sua se haya escondido o se haya marchado voluntariamente o, si por el contrario, ha sido forzada a ello. Pronto descubrirán que detrás de este suceso se esconde mucho más. Algo mucho más feo y oscuro de lo que imaginan. Las horas pasan y también los días, pero no hay rastro de la muchacha. ¿Qué le ha pasado? ¿Quién está detrás? o ¿Dónde estará? son sólo algunas de las preguntas a las que intentan encontrar respuestas, pero estas no llegan. Y el tiempo apremia. Todo se complica pero, aunque a veces creen que están dando palos de ciego, no se rinden.
Y la pregunta que te estarás haciendo, estimado lector/a es: ¿lograrán encontrar a Sua y de sr así, seguirá con vida? Pues te diré que no voy a desvelarte nada, pero sí te adelantaré que su lectura conseguirá removerte emociones.
Sobre la autora: Noelia Lorenzo Pino
(Irún, 1978) es profesora de corte y confección de formación. Su carrera profesional está ligada al mundo de la moda hasta que en 2013 publica Chamusquina, su primera novela. Dos años más tarde ve la luz La sirena roja (Erein, 2015), donde nos presenta a la pareja de ertzainas Chassereau-Macua, quienes protagonizan cuatro novelas más: La chica olvidada (Erein, 2016), Corazones negros (Erein, 2018), La estrella de quince puntas (Erein, 2020) y Animales heridos (Travel Bug, 2021).
Corazones negros ganó el Premio Cubelles Noir a la mejor novela negra publicada ese año, y Animales heridos, el Premio Alicante Noir. Noelia también ha sido finalista con sus obras en el festival Tenerife Noir y en Salamanca Negra, así como los Premios Novelpol, los Premios Tormo Negro, los Premios Euskadi de Literatura y el prestigioso Dashiell Hammet, que se entrega en la Semana Negra de Gijón.
Con Blanco inmaculado (Plaza & Janés, 2022) inauguró una nueva serie, con las ertzainas Lur y Maddi como protagonistas, que ahora continúa con Purasangre.
Además de novela negra escribe literatura infantil. Ha publicado cuatro cuentos escritos en euskera en la colección Ane eta Moon.
Opinión personal sobre Purasangre
Mientras estaba inmersa entre las páginas de esta nueva ficción de Noelia Lorenzo Pino y conforme iba llegando al final de la misma, una frase de Amos Bronson Alcott revoloteaba en mi mente. Esta reza que «un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho«. Y esta es la sensación que me ha causado Purasangre. Y te explico por qué. Tenía muchas ganas de volver a leer a la autora y me apetecía saber más del tándem compuesto por Lur y Maddi, al que ya conocimos en Blanco inmaculado.
Te voy a confesar que tenía muchas expectativas puestas en esta segunda parte de la serie y he de reconocer que, una vez más, este universo tejido de forma tan magistral las ha superado con creces. Me ha cautivado, ha logrado que reflexione sobre los diferentes temas sociales que se abordan en la misma y me ha dejado con ganas de más.
Como ves, no me equivocaba al citar esa frase del escritor y pedagogo norteamericano, pues le viene como anillo al dedo, ¿no crees estimado/a lector/a?
Y así, con esta cita, y como ya empieza a ser habitual en mí, es como arranco la opinión personal de Purasangre. Con una prosa ágil y estupendamente trabajada, combinando de forma impecable algunos momentos de más acción y ritmo con otras más sosegadas, la autora nos sumerge en una historia tan real y cruda como la vida misma, a la vez que profundiza en la vida de sus protagonistas. Y lo ha sabido hacer muy bien. Equilibrando narración y diálogos, con un tono directo y claro y logrando que, poco a poco, la historia cale en las emociones del lector dejando un poso en forma de reflexión, como mencionaba anteriormente.
Algunas características de la pluma de la autora
Una vez más, y aun a riesgo de sonar algo repetitiva, he de decir que Noelia Lorenzo Pino es una contadora nata de historias. O mejor dicho, y haciendo un pequeño símil a su formación, una gran tejedora de historias. Sabe tejer, valga la redundancia, universos muy bien articulados, hilados y relatados y con algunos giros inesperados que no dejan de sorprenderte. Así lo ha demostrado en novelas anteriores y Purasangre no iba a ser una excepción, pues ha seguido manteniéndose fiel a su estilo.
Si hay algo que caracteriza la escritura de la autora, además de los temas sociales que aborda y que no dejan indiferente a nadie (ya mencionadas en la entradilla de esta reseña) por la forma en la que nos adentra en ellas, son sus personajes. Perfectamente perfilados, descritos y cada uno con sus personalidades, sus manías, miedos, dudas y preocupaciones. Vamos, como tú y como yo. Nos los descubre de a poco y, quizá, por ello resultan siempre tan creíbles y reales.
Además, en Purasangre se ahonda un poco más en las personalidades y en la psicología de las protagonistas y, aunque no hay una gran evolución, sí se perciben pequeños detalles y matices con respecto a Blanco inmaculado. Lo que sí te puedo asegurar es que tanto Maddi como Lur, cada una con sus características y peculiaridades, son diferentes, pero juntas se complementan a la perfección, forman un gran equipo, (vuelven a demostrarlo nuevamente), y tienen un no sé qué que acaban cautivándote. Al menos, conmigo lo han conseguido.
No puedo olvidarme de otra de las singularidades de la autora. O mejor dicho de su sello personal. Lo que yo llamo «las noeliadas«, esas pequeñas licencias que se toma en cada novela y que, simplemente, ponen de manifiesto que creatividad no le falta.
Mis conclusiones finales sobre Purasangre
Si has llegado hasta aquí, te habrás dado cuenta de que me ha gustado esta lectura. Y así es. De hecho, me ha requete encantado, si me permites la expresión. Sin duda, una de mis mejores lecturas de este año. Y por ello no puedo hacer otra cosa que recomendártela. Una trama inteligentemente ideada y acompañada de unas subtramas muy reales que tocan, como he dicho anteriormente, muchos temas de nuestro día a día y, si me apuras, hasta la fibra sensible. Porque, ¿cómo te sentirías si, de repente, desaparece tu hijo/a? ¿y si te dieras cuenta de que los roles se intercambian y tu propia hija, desde muy niña, ejerce como tu madre y hace cualquier cosa para no volver a verte deprimida? ¿Es normal sentir celos enfermizos porque a tu pareja, laboralmente, le van mejor las cosas que a ti y decides tomar algunas decisiones que llegan a asustarle? y ¿mentir a la autoridad por el miedo a las amenazas de tu propio hijo o hermano?
Si te apetece viajar hasta Irún, recorrer sus calles siguiendo los pasos que dio Sua antes de su desaparición; quieres adentrarte en la comisaría de la Ertzaintza y ser parte del equipo de Lur y Maddi y desquiciarte con un compañero pesimista; quieres ahondar en el tipo de relación que tenía Sua con Juanma y Oier o simplemente estás deseoso/a de leer una novela negra que enganche y te haga olvidar tu día a día, no te lo pienses más y hazte con un ejemplar de Purasangre, ¡te encantará!
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