Si te gusta conducir, deberías echar un ojo a este coche. Fue el primer Polestar en llegar allá por 2019 y sigue estando vigente. ¿Eléctrico? totalmente. Y sin dejar de lado el placer de conducir.
Ya había probado otros modelos de la marca Polestar, pero he de decir que, nada mas subirme a este coche, me dio un sosequé que me gustó mucho. Nada más subir a este coche te das cuenta de que está pensado para disfrutar. Una vez en marcha, vas a echar la vista atrás de vez en cuando para ver si de verdad hay una segunda fila de asientos o estás conduciendo un cupé de dos plazas.
La posición de conducción es muy ergonómica y deportiva. Con tanto SUV en el mercado, echaba de menos poder estirar un poco las piernas para manejar los pedales. Este asiento pegado al suelo del coche me gusta mucho y me invita a dar un rodeo antes de llegar a cualquier sitio con tal de conducir un poco más. El Polestar 2 no solo te lleva y te trae, también te entretiene.
¿Potencia? Entre 272 y 476CV con hasta 740Nm de fuerza en función de la configuración de uno o dos motores. En cualquier caso, este coche se mueve con mucha alegría. Alegría y tranquilidad que transmite al conductor gracias también a su autonomía de entre 500 y 600Km.
Cuando fui a recoger el coche a la Flagship de Polestar en Madrid, que merece una visita, me hizo mucha ilusión encontrarme con Germán Pérez Pieschacón, actual Trainer en Polestar España e instructor y piloto de carreras de toda la vida. Los dos venimos de las mismas escuelas y hemos compartido circuitos de asfalto, nieve y hasta barro. Es un placer reencontrarse con buena gente con la que comparto pasiones y experiencias. Enhorabuena a Polestar por este fichaje.
Y hablando de barro, me metí sin querer en un barrizal del tamaño de un campo de fútbol en el coche se hundió nada más entrar, casi hasta las llantas. Pero salimos. ¿Por qué te cuento esto? Porque este coche no está pensado para salir de un barrizal, pero si hace falta y no nos ponemos nerviosos, sale con solvencia. Te digo barro como te puedo decir agua, hielo o nieve. El secreto está en mirar lejos, anticiparse mucho, dejar que el coche nos guíe, no parar nunca y utilizar la mínima potencia necesaria para salir de estas situaciones delicadas. Y ya te digo yo que este coche es también un buen aliado en estos casos.
¿Usabilidad diaria? Sin duda. Imagínate conducir una berlina que no se lamenta en el tráfico urbano, con la que puedes ir de viaje en familia e incluso meterte en un circuito. El Polestar 2 se comporta con madurez en cualquier entorno. Además, su interior te invita a emprender cualquier viaje con gran calidad y sin lujos innecesarios, solo calidad y funcionalidad.
Y es que, a pesar de su actitud deportiva, este coche también sabe ser práctico. La amplitud de su cabina es sorprendente, y sus compartimentos están diseñados para que puedas llevar lo que necesites. En este coche caben cuatro adultos con sus maletas para un fin de semana. Si hablamos de niños, atrás caben tres a sus anchas. Los asientos recogen y sujetan muy bien, como debe ser en todo coche que ofrece deportividad. Y su gran pantalla central nos permite acceder con cierta agilidad a todas las funciones del coche. Además, tiene una serie de botones en la consola central que nos dan un acceso rápido a algunas funciones básicas. No perdáis estos botones, por favor.
El diseño es muy Polestar, o más bien, el diseño de los demás Polestar es muy del “2”. Este coche introdujo unos códigos de diseño que han funcionado tan bien que la marca los sigue aplicando a todos sus modelos sin dejar de sorprendernos. Los coches de esta marca son muy atractivos los mire quien los mire. Este diseño es una oda al buen gusto sueco. Olvídate de extravagancias: aquí la elegancia se mide en líneas limpias y proporciones impecables.
Este coche es para ti si buscas un eléctrico que combine la adrenalina de un deportivo con la practicidad de una berlina pensada para el día a día. Con un diseño muy limpio, acabados de muy alta calidad y una usabilidad que se adapta a la rutina sin perder la chispa deportiva, este coche demuestra que puedes tener lo mejor de dos mundos: eficiencia y placer.
