Para participar, lo único que debéis hacer es escribir en los comentarios alguna anécdota divertida que os haya pasado en el cine
¡Saludos, fans del entretenimiento! Desde que FanFan comenzó su andadura, hemos intentado teneros informados de toda la actualidad relacionada con el cine, televisión, literatura, videojuegos, tecnología, fotografía, etc. Sin embargo, hasta ahora no os habíamos dado las gracias por estar ahí cada día apoyando este proyecto, ¡así que ha llegado el momento de agasajaros con nuestro concurso para cinéfilos!
Para premiar vuestra fidelidad, vamos a regalar entre nuestros lectores 3 lotes de películas y series. Las hay de todos los géneros: acción, aventuras, terror, comedia, drama… así que con toda seguridad vais a encontrar alguna de vuestras favoritas entre ellas.
El primer premio consta de 10 películas
- Cómo entrenar a tu dragón 3 (Blu-ray)
- El regreso de Mary Poppins (Blu-ray)
- Infiltado en el Kkklan (Blu-ray)
- Spider-Man un nuevo universo (Blu-ray)
- Milleniun: lo que no te mata te hace más fuerte (Blu-ray)
- Ola de crímenes (Blu-ray)
- Holmes & Watson (Blu-ray)
- El cementerio viviente (Blu-ray)
- María Reina de Escocia (Blu-ray)
- Bajo el mismo techo (Blu-ray)
El segundo premio consta de 5 series
- Vikingos – 5ª temporada, segunda parte (DVD)
- Mayans – 1ª temporada (DVD)
- Castle Rock – 1ª temporada (DVD)
- Better Call Saul – 4ª temporada (Blu-ray)
- Versailles – 3ª temporada (DVD)
El tercer premio consta de 3 películas
- Malos tiempos en el Royale (DVD)
- Creed II: la leyenda de Rocky (DVD)
- Viudas (DVD)
Condiciones para optar a los premios del concurso para cinéfilos
Participar es muy sencillo. Tan solo tenéis que dejar un comentario debajo de este artículo, en el que nos contéis alguna anécdota curiosa o divertida que os haya sucedido relacionada con el cine. No es necesario que haya ocurrido dentro de la sala, pues también son válidas situaciones que os hayan pasado mientras esperabais en la cola o de camino al cine.
Tenéis hasta el próximo domingo, 7 de julio, a las 23:59 h. para dejar vuestro comentario. Una vez que finalice el plazo, un comité formado por los miembros de la redacción de FanFan, votará por las anécdotas que le hayan parecido más curiosas o divertidas. El comentario que obtenga un mayor número de votos serán el ganador del primer lote. El siguiente en número de votos se llevará el segundo premio, y el último lote será para el tercero.
Nos pondremos en contacto con los ganadores/as a través de su correo electrónico, en cuanto hayamos terminado el recuento, y se publicarán en la web sus nombres junto con el premio que han conseguido. Podéis consultar las bases del concurso este enlace, o enviando un correo a: [email protected], por si os surge alguna duda. Esperamos que os animéis a participar en nuestro concurso para cinéfilos y os deseamos toda la suerte del mundo. ¡Gracias por estar ahí!

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Como soy una persona que va mucho al cine, me han pasado muchas anécdotas (estar sentado detrás de Roberto Dueñas, el jugador de basquet, en el 1er Spider-Man de Raimi, mi mujer haciendo un amago de romper aguas en Interstellar…), pero las que más marcan son las primeras veces que vas al cine.
Cuando yo y mi hermano éramos pequeños, la encargada de llevarnos al cine era mi tia. La quiero mucho pero es una persona que llega siempre tarde a todas partes. Asi que los domingos que nos llevaba a ver una peli, el plan siempre era el mismo: llegamos con la peli a la mitad, entramos, vemos de la mitad al final, nos esperamos a que empiece de nuevo (no te echaban como ahora), y a la mitad de peli nos vamos a merendar. Así vi infinidad de peliculas: ‘Indiana Jones y la Última Cruzada’; ‘Gremlins 2’, ‘Cazafantasmas 2’…..
Y esa es la anécdota que siempre recuerdo. Enhorabuena por la web, saludos!!
Una vez que fuí a ver titanic con un colega, intentamos meter dos pizzas familiares para ver la peli y no nos dejaron así que tuvimos que a prisa y corroe do comernos las pizzas en el parking y cuando accedemos a la peli sólo teníamos sitio delante del todo. Con la pecha de pizza que nos dimos y tan poco tiempo y viendo tomamos delante del todo terminamos mas narrados que los que iban en el barco casi con ganas de vomitar.
Esta anécdota la he contado mil veces y me sucedió hace ya mucho, tendría yo cinco o seis años. Fui al cine de mi pueblo una película que se lamaba La flauta mágica. No tiene nada que ver con la ópera, trasteando en Internet, descubrí que su título original es Punfstuf. El caso es que antes de que comience la trama, a modo de lo que hoy llamamos teaser, aparece en la pantalla una bruja y avisa a todos de que ningún niño se puede levantar de su asiento durante la proyección. Si lo hace, ella lo convertirá en rana.
Al poco de haber comenzado la peli, un niño dos o tres filas por delante de la mía, se levantó para ir al baño. No podéis imaginar qué angustia la mía. Quería avisarle, quería decirle que no lo hiciera. Estaba convencido de que lo iban a convertir en rana. No pude estar atento a la trama hasta que el niño regresó sano y salvo y sin ancas.
Hace un par de años fui al cine con un amigo que es muy nervioso y siempre está moviendo las piernas, incluso en el cine.
En medio de una película empezó a mover las piernas a un ritmo muy rápido y una chica que estaba 4 ó 5 asientos alejados de nosotros gritó «para de mover las piernas». Desde entonces, cuando vamos juntos al cine le prohíbo mover las piernas
A finales de 1998 había acabado el instituto y no sabia demasiado bien que hacer con mi vida. No tenia demasiado claro que carrera estudiaría, o tan siquiera si estudiaría una. Mi padre y mi madre me presionaban bastante y yo les dije que ese verano me quería ir a casa de un amigo en Los Ángeles a perfecccionar mi ingles. Para mi era una huida hacia delante que mas que otra cosa me ayudaba a eludir una decisión el mayor tiempo posible. Mi padre, para mi sorpresa, no se negó en absoluto, solo me puso una condición, que en los meses que estuviera en estados unidos, trabajase, que el solo me pagaría el viaje de ida y el de vuelta, pero que no me pagaría nada mas.
Mi amigo -con quien compartí toda mi infancia antes de que se mudara con sus padres- me dijo que no habría ningún problema en el tema del trabajo. El trabajaba como chico de los recados en una productora cinematográfica y me dijo que me aseguraba un puesto a mi llegada. ¿Cine? Siempre había sido una enamorado del cine y la sola idea de poder ver como se hace añadía todavía mas interés a mi viaje, y a aquel verano. Y sin pensármelo dos veces compra el billete de avión, prepare las maletas y tras una noche llena de nervios ya estaba camino de los ángeles. No dormí la noche antes y prácticamente nada durante el viaje. Al llegar mi amigo estaba esperándome y tras darme un paseo por la ciudad le dije que me llevara a su casa, que no podía mas. Riéndose me dijo que tampoco tuviera muchas esperanzas, porque al día siguiente empezaba a trabajar.
Y así fue. Llegué y tras solventar montañas de papeleo ya estaba listo. Esa semana se había empezados a rodar una nueva película de un actor que el año anterior había empezado a despuntar, un tan Adam Sandler. La película que estaban grabando era un papa genial y no habia mucha esperanza, segun se comentaba, de que fuera a ser un éxito rotundo por la juventud de Sandler, quien ejercía también como guionista. Mis tareas eran básicamente llevar y traer objetos, mobiliario, y demás material de producción. No tenia ni acceso a los sets o estudios mientras se grababa, así que no soñaba ni con cruzarme con un actor. Hasta que una mañana un chico de los recados que llevaba bastante mas tiempo que yo me pasa un sobre y me dice «lleva esto al señor sandler»
Yo no podía creérmelo, iba a conocer al protagonista y guionista de la película? Sin casi creérmelo me dirijo a su caravana con las piernas, literalmente, temblando. Al llegar a la puerta tome aire y me quede unos segundos sin saber si debía llamar o no, pero cogiendo fuerzas, de no se donde, golpee un par de veces y los tres segundos hasta que recibí una respuesta se me hicieron ETERNOS. EL propio Sandler me invito a pasar, y quizás al verme tan cortado me pregunto si era nuevo. Mirando al suelo le dije que si, que no llevaba mas de una semana. Me pregunto -quizás debido a mi ingles no muy pulido- si era de fuera y le dije que era de España.
Estuvimos hablando un par de minutillos de cosas intrascendentes pero al salir de la caravana ya no tenia ningún nervio. Y mi sonrisa era espectacular. Se lo conté a mi amigo y me dijo que eso tampoco era tan raro, que según que estrellas, eran mas o menos accesibles, y que Sandler debía ser un tio bastante agradable. Los meses que pasaron fueron un suspiro. El rodaje de la película continuo, y pude ir accediendo a sets de rodaje y maravillarme de la grandeza del cine. Saber como se hacia no le quitaba misterio, mas aun, le añadía grandeza. Cuando afronte mi ultima semana en el estudio, no quería volver a casa. Pero sabia que debía volver. Y avise a mis padres para que me cogieran en el aeropuerto. Esta vez el viaje fue mas calmado y pude dormir a pierna suelta.
Al bajar mi madre me dijo que estaba muy delgado y muy moreno -era verdad- y mi padre, directo me dijo que si ya sabia que quería ESTUDIAR. Sin pensarlo dos veces le mire con un brillo en los ojos y le dije «Papa, quiero estudiar cine» el asintió sonriente entendiendo que algo había cambiado dentro de mi aquel verano. Y estudié cine.. ¿Y sabéis? llevo trabajando en ello mas de 15 años, y cada día es un regalo y haber participado en decenas de películas en la parte técnica y el saber que hay una huella mía en decenas de filmes me hace acordarme de aquel verano sin rumbo. Y me hace sentir el hombre mas afortunado. Porque AMO el cine. Y hace que me acuerde de como un viaje que servia para huir me hizo encontrarme a mi mismo y mi rumbo. Y así, hasta el día de hoy. Ah, y por cierto, la película de Sandler fue un taquillazo
¿Anécdota? Yo tengo una. Hace muchos años, fui al cine a ver Titanic (peliculón del 15). Como el film tiene una duración tan prolongada (algo nada común para aquella época), los responsables del establecimiento decidieron hacer una pausa en la proyección, justo cuando el barco está a punto de chocar con el iceberg (atención, spoiler). Para avisar de la interrupción, pusieron un mensaje en la pantalla que decía así: «volvemos en 15 minutos». Lógicamente, hubo una estampida general en dirección a los baños y la tienda de golosinas, dejando la sala semivacía.
Bueno, hasta aquí todo bien, ¿verdad? La cosa no tendría mayor relevancia, de no ser porque al encargado de darle al botoncito del proyector, se le ocurrió la feliz idea de continuar la película ¡10 minutos antes de lo que habían avisado! (es decir, solo estuvo interrumpida durante 5 minutos), con la inmensa mayoría de los espectadores todavía fuera de la sala. Los minutos posteriores son dignos de mención: el atasco que se formó en el pasillo central, provocó que la gente empezara a correr, ya con las luces apagadas y la bolsa de palomitas en la mano, para intentar regresar torpemente a su asiento (sin mucho éxito); gritos desesperados desde las butacas, para avisar a los que estaban en el baño, con comentarios del estilo: «el barco se va a hundir y te lo vas a perder»; gente que se sentaba en asientos que no eran los suyos, ante la imposibilidad de llegar a sus butacas, causando que los legítimos dueños tuvieran que encontrar otra ubicación; las luces de la sala se encendían y apagaban, como queriendo contribuir al caos (supongo que fruto del nerviosismo de los responsables del establecimiento), y gritos a viva voz que decían: «esto es una vergüenza».
Bueno, la cuestión es que cuando el Titanic se empezó a hundir (repito, spoiler), todavía había algunos comprando regaliz en la tienda, ajenos a la tragedia que se estaba viviendo en el interior. La cara que pusieron algunos al volver a la sala, y vieron a DiCaprio ya con el agua por los tobillos, era todo un poema. Ni que decir tiene, que ese día llovieron las hojas de reclamaciones. Yo, por fortuna, aguanté estoicamente sentado en mi sillón, sin dejarme seducir por los manjares de la tienda de golosinas ni las apreturas de la incontinencia (menos mal).
Y fin. Esa es mi anécdota cinéfila. Espero que os haya gustado.
Tengo 46 años y soy de Pamplona. Una de mis aficiones es el cine. Conocí a mi marido, Goyo, en la escuela de idiomas estudiando francés en el año 1997. Volviendo de nuestros estudios solíamos charlar y un día quedamos para ir al cine. Nuestra primera película fue Rescate con Mel Gibson. Volvimos a ir al cine a ver Evita con Madonna y Antonio Banderas. El cine al que fuimos eran Carlos III, en pleno centro de Pamplona cerca de la DIputación de Navarra. Y antes de entrar en el cine nos dimos nuestro primer beso cerca de la Diputación y al ladito de la iglesia de San Ignacio. Luego estuvimos viendo el musical y hubo algún otro beso pero contados. Había que ver la película y seguir los subtítulos. También hubo lágrimas porque estuve llorando bastante…soy algo sensible. Luego ha habido otras pelis pero esas son las que recuerdo con gran cariño y añoranza .
El cine se restauró y la sala amplia y única que había se convirtió en varias salitas. Y este año, hace un par de meses se ha derrribado todo el edificio
Y Goyo me dice que es una señal..
Ya no podemos revivir nuestras experiencias del que era nuestro cine.
Es una lástima pero nos quedan los buenos recuerdos y sabremos valorarlos.
Corría el año 1989, cuando en el teatro Lope de Vega de Valladolid, España, estrenaban El Club de los Poetas muertos!!! Gran película, gran interpretación. Fue tan sumamente emotivo que todos los que estábamos en las butacas nos pusimos en pie para despedir a nuestro profesor Keating: ¡Oh Capitán, mi capitán!!
La Sala a reventar y todos en pie encima de las butacas!!! Los aplausos al terminar la película invita a que volvieran a poner la peli y verla de nuevo. Sin duda, una de mis mejores experiencias en la Gran Patalla.
Pues yo os contaré que estuve hace poco viendo Scape Room con mi hijo y unos amigos. A los tres cuartos de hora de película mi hijo tiene que ir al WC… En serio!? Se había bebido todo el refresco y estaba que no aguantaba. Pues nada, sal.
Al poco empezamos a preocuparnos porque no vuelve, tardó como 15 minutos, ya me iba a levantar para ir a buscarle! El pobre salió de la sala y no encontraba el aseo, no había nadie por el pasillo, se lió a dar vueltas qué sé yo como y luego no encontraba ni la sala ni el aseo!
Por suerte alguien salió de otra sala y le indicó donde estaba el wc… Sorpresa!! Al lago de la puerta de salida de sala de nuestra peli!
Por un momento se sintió un poco en un Sacape Room y se «acongojó», pero no se le quitaron las ganas de volver para ver la peli entera, eso sí! A palo seco!, Jejeje.
Buenos días:
Pues la última vez que fuí al cine creo que fué acompañando a mis hijasy terminé rgañando al acomodador porque no hacía nada más que hablar mientras llevaba a los rezagados a sus asientos con la linternita.
Si ya ha empezado la película y estás acomodando a personas que han tenido la mala educación de llegar tarde a la película ¡Al menos no molestes a los que sí hemos esstado a la hora!
Aparte de la mala imagen que le da a la empresa que su empleado esté hablando mientras está emitiéndose la película.
Como siempre que voy al cine me compro palomitas 🍿 pues una vez me tropecé con el asiento y le tiré las palomitas a un hombre en la cabeza 😅
Bajo una fuerte tormenta transitaba hacia mi cita semanal, una cita con mi cine, mis butacas y mis ansias de evasión. El aire húmedo y el olor a lluvia me empujaba hacia el abrigo del local. Buscaba ansiosa la cartelera, un drama seria ideal. Sentarme y acomodar mi bolso mientras apagaba el movil era mi ritual casi enfermizo. Las luces se apagaban y el ambiente se hacía mágico, me convertia en ella, la protagonista de ese amor imposible, la heroina… Un romance africano, basada en la autobiografía de la danesa Karen Blisen …os dais cuenta del título verdad?
Era una reposición de una cinta remasterizada y en versión original. En 1914, Karen y Bror contraen matrimonio en Mombasa y se instalan en Nairobi, adquiriendo una finca ubicada en las afueras llamada ‘MBagathi’ En 1918 conoce al que será su ‘gran amor’, el cazador de safaris y piloto militar inglés Denys Finch Hatton.
Volver a sentir la inmensidad del paisaje y ese amor tan fuerte en la pantalla, me hizo olvidar la tormenta que amenazaba mi vuelta a casa, eso si el tiempo que me llevará volaria en ese avión bajo la sensación más hermosa que una pantalla de cine me regaló.
Probablemente digas que es una película «de sabor clásico», o que es «muy romántica», pero un amor que nunca puede ser y una vida dificil dentro de sus privilegios será para guardar en la memoria, una memoria incluso de Africa!
¡Queda clausurado el concurso para cinéfilos!
Después de una semana repleta de anécdotas y curiosidades relacionadas con el cine, ha llegado el momento de que el equipo de redacción de FanFan elija las que más le han gustado. Permaneced atentos a la web, ya que en los próximos días publicaremos el nombre de los ganadores.
¡Muchas gracias por vuestra participación!