En un mercado dominado por SUVs cada vez más tecnológicos y costosos, Dacia ha decidido seguir su camino. Este modelo entra en el mercado con una propuesta que respeta la filosofía de la marca: ofrecer lo que realmente importa y a un precio más accesible. Y aunque no esté cargado de lujos innecesarios, el Bigster promete cumplir con todo lo que un conductor puede pedir en un SUV: robustez, espacio y, sí, ese toque moderno que hace que llame la atención sin excesos.
Con unas líneas sencillas pero marcadas, el exterior del Bigster apuesta por la robustez. Se nota la intención de Dacia de crear un vehículo tan funcional como elegante, sin añadir elementos demasiado llamativos. La parrilla frontal con el logo de Dacia en gran tamaño y las imponentes aletas le dan una presencia fuerte, mientras que su paleta de colores y las opciones de llantas de hasta 19 pulgadas aportan un toque de distinción.
En el interior, la marca sigue fiel a su enfoque práctico. Lo que encuentras es un espacio amplio y modular pensado para la comodidad de los cinco pasajeros y sus pertenencias. El salpicadero es vertical y alto, con una pantalla central de 10 pulgadas y un cuadro de instrumentos digital que ofrecen una conectividad decente sin sobrecargar el diseño. No tiene los acabados más lujosos del mercado, pero cada elemento está pensado para un uso diario cómodo y sin complicaciones.
Este SUV se comercializa en diferentes motorizaciones, incluida una versión híbrida de 155 CV que ofrece eficiencia y una autonomía en modo eléctrico ideal para moverse en ciudad. Para quienes buscan algo más tradicional, están las opciones de gasolina y GLP, con las que Dacia sigue siendo líder en bicarburación en Europa. Además, el Bigster no se olvida de los amantes de la aventura y ofrece una versión 4×4 con capacidades todoterreno muy decentes.
Uno de los aspectos más destacados de este modelo es el sistema YouClip, un ingenioso mecanismo que permite fijar accesorios de manera práctica y segura. Este detalle, aunque sencillo, refleja el esfuerzo de Dacia por ofrecer soluciones útiles que no siempre están disponibles en vehículos de mayor categoría. Para complementar, la versión Extreme añade detalles como el techo solar panorámico y tapicería lavable, perfecta para familias activas fuera del asfalto.
En términos de equipamiento, también cumple con lo necesario. Desde la versión básica, cuenta con asistentes de conducción, climatización automática y conectividad inalámbrica. Si se opta por acabados superiores, el sistema de audio Arkamys 3D con 6 altavoces, el portón trasero con apertura eléctrica y asientos con ajuste eléctrico elevan un poco más la experiencia de conducción.
Pero lo más importante es que este modelo sigue siendo fiel al espíritu de Dacia: ofrecer vehículos asequibles y funcionales. El Bigster entra en un segmento donde competir con rivales más caros podría parecer arriesgado, pero Dacia apuesta por quienes buscan un SUV que cumpla sin añadir lujos innecesarios. Al fin y al cabo, el Bigster no pretende ser el más sofisticado, sino el más práctico y honesto.