El pasado día cuatro, El periódico dió a conocer el trágico desenlace de una joven que denunció estar obligada a aceptar un matrimonio concertado. Esta vez sucedía en Italia. Según fuentes policiales se trabaja con la hipótesis de que la joven ha sido asesinada por un miembro de la familia al intentar escapar.
Fatuas en Europa
Poco a poco la sociedad europea ha empezado a asimilar como normales estas noticias. Hasta tal extremo que, según el artículo del periódico, no es noticia la muerte de la joven de apenas dieciocho años por querer ser libre. Al parecer la noticia es, según el antetítulo del artículo «Decreto religioso inédito » ‘Fatua’ contra los matrimonios concertados, destaca la supuesta buena voluntad de los dirigentes islamistas.
Ante este titular me pregunto ¿ El futuro de Europa pasará porque se decreten fatuas? ¿Y no es esto la evidencia de donde está el peligro real de los movimientos islamistas en Europa?. Por desgracia hemos normalizado los matrimonios concertados, aceptamos que en miles de barrios las mujeres caminen detrás del hombre, que en verano ninguna joven puede usar mangas cortas, los viernes en estos barrios la presencia de la mujer esté prohibida igual que no es aceptada su presencia en los bares y que a ciertas horas esté por la calle. No estoy hablando de una lejana aldea en Afganistán, estoy describiendo la realidad del día a día en barrios y municipios de Europa.
Responsabilidad compartida
Cuando se comete un atentado terrorista se produce una saturación de condenas públicas, comunicados de prensa, comisiones de investigación y todos los analistas exponen sus teorías sobre la captación de los jóvenes en las redes sociales por los grupos terroristas. Pero, ¿ quien está trabajando contra el terrorismo del día a día, que poco a poco gana espacio en nuestras instituciones, en la vida política en la actividad socia?. ¿Cómo han conseguido ganar la batalla de lo cotidiano? No es una cuestión sólo de los cuerpos y fuerzas de seguridad: hay una responsabilidad compartida, ya que nos afecta en todas las facetas de la vida.
No es una cuestión de inmigración, leyes de extranjería ni tampoco un problema de libertad de culto. Los afectados e implicados han nacido y crecido en Europa.
El titular del artículo es un ejemplo de lo que llevan haciendo años y años muchos políticos especialmente los de la izquierda. Hacer mítines en las mezquitas, dar el reconocimiento de autoridad política a los dirigentes islamistas en especial algunos de la corriente Salafista por la mera avaricia política. Porque es más fácil hacerse fotos, tomar te, que trabajar en un marco común de convivencia, donde prevalecen nuestros principios democráticos y libertades fundamentales.
La Hermandad musulmana
La evolución del movimiento político islamista en el mundo surgió del fundador de la organización Hermanos musulmanes el Sr. Hacen al-Banna en Egipto. Era un profesor que a través de escuelas de primaria, en las universidades, asociaciones, bibliotecas y actividades humanitarias en el año 1928 consiguió llegar a millones de ciudadanos egipcios. No era el estereotipo de terrorista arma en mano que decapita a los infieles, en sus comienzos para conseguir afiliados su método era donde no llegaba el estado, donde no había educación. Donde no llegaba el estado la Hermandad musulmana estaba allí.
Asi construyó un modelo de sociedad islamista y les dio identidad política. Por lo tanto ni la táctica ni los objetivos son nuevos, el problema somos nosotros que no entendemos la verdadera dimensión del problema. No es una cuestión de inmigración, leyes de extranjería ni tampoco un problema de libertad de culto. Los afectados e implicados han nacido y crecido en Europa.
Hay que tomar conciencia que es tan peligroso un ataque terrorista como que los dirigentes islamistas que los políticos han dejado instalarse en los barrios y municipios, tomen el mando de nuestras instituciones. Hemos de hacer frente a la yihad del pensamiento y las ideas.
Francia empieza a intentar hacer frente a la amenaza con su nuevo proyecto de ley contra el separatismo islámico, después de la decapitación de un profesor y tener otros profesores con escoltas policiales. En Bélgica la situación es mas complicada, tiene entre sus partidos políticos el partido Islam que tiene como objetivo principal instaurar la ley islámica.
Mientras, en España estamos incómodos al hablar del extremismo, a pesar de la detención de los dirigentes de la Comisión Islámica por financiación de grupos terroristas en Siria. Esta comisión está financiada con dinero público y es la interlocutora con el gobierno en la implantación de la asignatura del Islam en las escuelas públicas.
El problema existe lo está sufriendo el conjunto de la sociedad urge empezar a debatir y tomar medidas porque si no en un futuro cercano veremos a nuestros políticos pendientes de que se declare una fatua en lugar del resultado de unas elecciones democráticas.
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