La vida en un minuto – José Antonio Lucero – Ediciones B – 18.90€ – 413 páginas
José Antonio Lucero ha debutado La vida en un minuto, una novela de corte histórico que narra un episodio triste de la posguerra como fue el choque de trenes en el norte de España. En esta historia y como testigos del propio accidente conoceremos la vida de Julita y Daniel, dos personas que cogen ese tren como un salvavidas hacia un nuevo destino y son partícipes de una aventura de pérdida y salvación
Sinopsis general
Daniel Baldomero vive atrapado entre las ruinas del país asolado tras la Guerra Civil. Tan solo han pasado cuatro años del fin de la guerra pero los resquicios de la amargura, la pena y la desolación siguen estando vigentes tanto en la calles como entre los habitantes de cualquier zona de España. Él ahora vive en una casamata, una pequeña construcción ideada especialmente para el almacenaje de la artillería. Ese no era un buen sitio para residir, pero por el momento es lo único que tenía para salvaguardarse.
Este joven no podía quedarse en esa zona durante más tiempo, debía huir, nadie podría encontrarle. Si los civiles le encontraban le meterían preso o peor aún le fusilarían a tiros, por lo que la única escapatoria que tenía era coger un tren con destino Galicia, sin saber aun que la desdicha seguía siendo parte de su ser.
Pero antes de subir, quería dejar por escrita su verdadera historia y de leerla se encargaría su fiel amigo Rafael, el cojo quien además de ser partícipe de su auténtica identidad le ayudará a escaparse de las autoridades para adentrarse en un nuevo destino, quizás si cabe aún más trágico.
De manera progresiva y con saltos de tiempo conoceremos al hijo del Sefardí, su destino durante la transición de la guerra y el conocimiento de su primer amor siendo tan solo un niño. Su historia es un viaje por los desconocido donde el azar siempre forma parte de su aventura, realmente pensaba tenerlo todo perdido hasta que conoció a Julita.
Accidentes que trastocan vidas
Julita es una bella estudiante de letras en la universidad, para ella ser maestra es ser su sueño, el cual no comparte su madre Trinidad. Trinidad prefiere que su hija siga los cánones de las mujeres de la época, es decir, se case y tenga su propia familia y eso parece ser fácil ya que Julita lleva años de relación con Jorge, pero un suceso con este trastoca toca, haciendo que la joven dama y su madre abandonen la ciudad para olvidar aquel triste suceso. El destino, un lugar de la infancia donde fueron felices. Solo tenía que coger un pasaje y montarse en el tren sin saber aun que ese tren les haría partícipes de un suceso terrible que asolaría la vida de cientos de personas.
Madre e hija se adentraron en ese tren, él único que sabía de su partida era el tío de Julita y hermano de Trinidad, Manuel Alejandro. Este era periodista y trabajaba para la prensa nacional, por lo que fue de las primeras personas en saber sobre el terrible suceso del choque de tren en el que iban sus familiares, ahora solo quedaba saber si habrían sobrevivido y si es así encontrar sus cuerpos.
El hecho de este suceso aunque fuera de máxima magnitud apenas tuvo relevancia en los medios, pero a Manuel Alejandro poco le importaba y es que quería hallarlas, sin saber que en los pocos días de transcurso del tren, la vida de su joven sobrina había cambiado para siempre tras conocer a Antonio Rodríguez, o lo que es lo mismo Daniel Baldomero.
Mi valoración personal
Este accidente de tren ocurrido en la posguerra era para mí desconocido, por lo que me ha encantado que sacara a relucir este trágico suceso en la historia de España, a través de La vida en un minuto. Su manera de expresar como ocurrió todo, cómo sucedieron las cosas paso a paso y ese túnel que se cubre de oscuridad y sangre tras el choque, están expuestos de manera brillante y auténtica, haciendo así deslumbrar su gran documentación; sin embargo, lo que es el argumento de la trama en sí está más delimitado.
Hay una buena exposición de los personajes enfatizando especialmente y a mi juicio la figura de Julita y Manuel Alejandro y en un segundo punto la de Daniel Baldomero. La expresión de ellos me gusta y es que con respecto a Julita muestra a una mujer decidida y atrevida que denuncia aquello que no ve correcto dentro de los cánones de moralidad, (que en esa época aun eran muy estrictos), una mujer decidida que lucha por aquello en lo que cree. Su tío también está expuesto de tal manera que hacer querer saber más de ellos, pero el fallo viene a la hora de la estructura y es que salta de manera significativa de voces y tiempo, sin determinarlos de manera apropiada.
Esos giros de narrador omnisciente, en primera o tercera persona sin delimitarlos previamente hacen que te pierdas a veces en el transcurso de la novela, pero si no fuera por esa parte (algo esencial), en mi caso la novela habría ganado mucho y es que tiene forma para ser una primera buena novela. Por lo que seguro que repito con el autor, porque a pesar de esos matices la novela en sí, no ha estado mal. Por otra parte, darle la enhorabuena por esa buena narración y es que la calidad de escritura y redacción es buena.
Por ello y como siempre expongo, es mejor que cada uno juzgue por su parte, porque no considero que haya sido una mala novela, sino que me ha faltado información en ciertos momentos pero me ha hecho disfrutar en otro sentido y es que me he dado cuenta de cómo en cuestión de pocos minutos, la vida puede darte un vuelco, dándole un nuevo sentido.
Más información
Otras novelas de corte histórico son: Julia está bien de Bárbara Montes, El tejido de los días de Carlos Aurensanz o La cruz de madera de Lola Solana
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