Esta semana hemos elegido a Maria Svarbova, una joven fotógrafa eslovaca, nacida en 1988, que deslumbra por su expresión del color, el espacio y las atmósferas en la fotografía. Sus imágenes tienen algo de místico: seres aislados, ensimismados, como congelados en el tiempo mientras realizan actividades cotidianas.
Entre la pintura y la fotografía
Las imágenes de Maria Svarbova recuerdan a la estética de los pntullistas, Signac y Seurat, por lo estático de sus personajes. Pero deben mucho a la arquitectura de los países socialistas: espacios amplios en los que el ser humano es un elemento aislado que expresa la soledad de la experiencia humana. No hay emociones. Las figuras aparecen con una tensión silenciosa, realizando tareas cotidianas, congelados en un instante, como los personajes que aparecen en las pinturas de Edward Hopper.
Ha colaborado con las grandes revistas y periódicos europeos, como Vogue o The Guardian, y ha realizado encargos para algunas de las grandes empresas tecnológicas como Apple. En su obra se aprecia un gusto especial por el color, y un tono de celebración de una belleza tranquila y sosegada.
Sus fotos han sido utilizadas como portadas en varios libros de autores de talla mundial, con gran éxito. Unade sus obras fue seleccionada para la portada de la prestigiosa revista de fotografía DODHO. También ganó la medalla de oro en el Trierenberg Super Circuit que tuvo lugar en Austria. Ganó el International Photography Award de 2016.