Quería viajar. Después de tanto tiempo, tenía tiempo libre y quería viajar. Pero había un dilema. ¿Cuál sería su próximo destino? ¿Su Perú natal? ¿El Japón que tanto le influyó? ¿La Asturias que le enamoró? Y como no podía decidirse, le vino una idea a la cabeza. ¿Y si hubiese una localización con la esencia de sus tres ‘rincones’? Y entonces recordó aquel pequeño restaurante del Barrio de Salamanca donde tan bien comió. Aquel que sorprendió a muchos en 2015 con su apuesta por una cocina con influencias peruanas, japonesas y asturianas. Y entonces decidió su destino inmediato: una nueva visita a Ronda 14, una nueva parada en aquel restaurante fusión nikkei asturiana.
Así que siguiendo los pasos de nuestro protagonista, ‘viajamos’ esta semana a Ronda 14. Aquel restaurante fusión nikkei asturiana que llegase a la capital en 2015, tras haber sorprendido a propios y extraños en la ciudad Avilés por la originalidad de sus propuesta y por sus depurados resultados.
Tras ellos, tras los dos Ronda 14 (Avilés y Madrid), Mario Céspedes. Quien poco a poco se ha convertido en el gran defensor de la diversidad de la cocina peruana en Madrid, con dos aperturas –dos enfoques- distintas a los primogénitos. Cocina criolla, con guisos lentos, fondos complejos y potencia de sabor en Cilindro (Don Ramón de la Cruz, 83), que abrió sus puertas en 2017. Y comida callejera, al estilo de las famosas sangucherías de su Lima natal, dos años después en Apura (General Oraá, 45).
Así es Ronda 14 Madrid
Pero volvemos a la idea original para conocer Ronda 14 Madrid (General Oraá, 25), un centro de peregrinaje, restaurante fusión nikkei asturiana, en los últimos años para amantes de la este tipo de propuestas. Una conjunción que algunos descreídos consideraron, consideran, imposible y a la que Céspedes llega partiendo de su cocina natal y con guiños a la despensa y el recetario asturianos. ¿Cómo? A través de elaboraciones, técnicas, salsas, ingredientes, productos…
En cualquier caso, cuando uno entra en Ronda 14 debe saber dónde va. Porque no es un restaurante peruano. Porque no es un restaurante japonés. Porque no es un restaurante asturiano. Y sin embargo, podrá conocer parte de la idiosincrasia de estas tres gastronomías gracias, como decíamos, a la fusión que realiza nikkei –que a su vez es una conjunción peruana y japonesa- asturiana.
Y en cualquier caso, cuando uno entra en Ronda 14 debe saber dónde va. Porque, por mucho que sus creaciones puedan llevar a pensarlo a quienes no lo conozcan todavía, no es un restaurante gastronómico de alta cocina, tal y como se entiende en la actualidad esta etiqueta. Aquí, los ambientes se relajan, se hacen desenfadados… Los manteles de lino blanco desaparecen… El brillo de su vajilla, cristalería o cubertería no deslumbra tanto como para necesitar taparnos… El servicio, correcto y profesional en nuestra visita, pasa de académico a cercano… Y, claro, cómo no, los precios se hacen más asequibles, con un ticket medio que ronda los 30-35 euros.
Restaurante fusión nikkei asturiana
Por todo ello, si uno realmente sabe dónde va, disfrutará a buen seguro de la original propuesta de este restaurante por la fusión nikkei asturiana. Si me apuran, lo único quizás que echen de menos con respecto a un restaurante gastronómico es un menú degustación con el que probar más platos y hacer más sencillo el difícil trámite de la elección de los mismos en una primera visita. Un consejo a la espera de esta solución, dejarse aconsejar por Alfredo, al frente de la sala, para conseguir una comanda que repase bien el espíritu de la casa a través de diversos platos.
Pero para hacerse una idea de en qué consiste la propuesta fusión nikkei asturiana de este restaurante, nada como tener su carta en la mano. Así, de un primer vistazo, apunten términos. Tiraditos, ceviches, ajís, anticucho… Perú. Tatakis, tartares, rolls, gyozas… Japón. Cachopines, patatinas, pulpo, boquerón… Asturias.
Un repaso a su carta
Ahora, comiencen a conjugar algunos de estos términos de estas tres cocinas, peruna, japonesa y asturiana. Y, et voilà, lo tienen. Leyendo su carta, es cuando entenderán qué es eso de un restaurante fusión nikkei asturiana.
A saber: Tataki de bonito con salsa chifa. Bao de chicharrón con crema de rocoto y huacatay. Gyozas criollas de ternera y manitas de cerdo. Gyozas de anticucho con picada y cilantro. Elaboraciones de aquí, con una salsa de allí y un ingrediente, a veces simplemente un toque, de más allá. Y todo, en equilibrio.
¿Más ejemplos? Fácil. Vayan a su apartado de ‘sushis’. Y allí encontrarán unos Gunkan cuyo interior esconde una sorpresa en forma de yema de huevo trufado. Unos roll mar y montaña, cuyo interior se reserva para el langostino y su exterior para una carne roja. U otros de chopito y tinta de calamar. ¿Y un nigiri con alma de hamburguesa donde el arroz se olvida de pescados y es coronado por una pieza de carne picada de wagyu sobre la que se posa un toque de rocoto y otro de queso azul? ¿Qué es fusión? ¿Y tú me lo preguntas? Fusión eres tú.
Pero no es todo. Y como a este peruano amante de su cocina natal peruana le sale de vez en cuando el alma de guaje, guarda hueco en su carta para algunos platos con más acento asturiano. Como lo son sus Cachopinos de ternera con queso de cabra y setas, cuya forma nos lleva a Japón y su sabor al norte de España y cuya foto encabeza esta reseña. Las Patatas rellenas de carne guisada. Pulpo parrillero con patatinas. Carrilleras con arroz trufado…
Postres, cócteles y vinos por copas
Como fin de fiesta, postres con toques refrescantes como Pasión de coco y menta. Coulant de chocolate con helado de piña. Bizcocho roto de avellanas y coco. O la omnipresente Tarta de queso, que aquí se acompaña de frutos rojos. En su carta de bebidas se incluyen cócteles con pisco, honor a su tierra, además de vinos por copas o algunas referencias poco habituales de edición limitada.
Ronda 14 en tiempos de pandemia
Opciones para todos, como vemos, que obligan a segundas y terceras visitas si se quiere profundizar en la carta. Muy de compartir. Y aunque el tamaño de sus mesas pudiera parecer un impedimento para ello, el ritmo del servicio lo soluciona. Los platos se sirven uno a uno, con un timing que evita la terrible acumulación vajilla sobre la mesa.
Para concluir, lamentablemente, repasar las medidas tomadas por la pandemia. Ronda 14 Madrid cuenta con terraza y servicios delivery y take away, para disfrutar de este restaurante fusión nikkei asturiana a domicilio o recogiéndolo en el propio local. Con la barra inutilizada y el aforo limitado, la distancia entre las mesas, reducidas en número, cumple de forma justa con las imposiciones actuales.
Desconectando en mesas seguras
Es pues Ronda 14 otra opción en este final de invierno principio de primavera de ocio dentro de la capital. A la espera de que podamos volver a hacerlo, una forma de viajar sin movernos de la mesa. Y en esta ocasión, tres viajes por el precio de uno, gracias a este restaurante fusión nikkei asturiana.
Pero no es la única. FANFAN sigue recogiendo propuestas para estos tiempos, con restaurantes que cumplen con la normativa y que proponen una vía de escape en estos momentos. Cocina china imperial en el Barrio de Salamanca. La Italia más fotografiada en Velázquez. Puro México en Chamartín. Productazo y creaciones contemporáneas en Chamberí.